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A Illa y Vilagarcía se reparten las seis banderas azules de Arousa

Rosa Estévez
rosa estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

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MARTINA MISER

La playa de O Preguntoiro, en Vilaxoán, sigue sin recuperar la enseña de Adeac, y el Concello apuesta por un plan para eliminar el cadillo en A Compostela

12 may 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El próximo verano, serán seis las banderas azules que ondearán en la zona sur de la ría de Arousa. De ellas, cuatro lo harán en el cielo de A Illa. Dos en playas: Area da Secada y Camaxe (O Bao). Una en el sendero que discurre entre el puente y O Carreirón. Y otra en el Centro de Interpretación da Conserva, un edificio que «ten todos os certificados turísticos habidos e por haber», tal y como presume el alcalde isleño, el socialista Carlos Iglesias. A Illa se ha convertido, con esas cuatro enseñas, en el municipio azul de Arousa sur. Solo en otra localidad de esta banda de la ría ondearán las banderas de Adeac: Vilagarcía de Arousa. En la capital arousana los arenales de A Compostela y O Campanario volverán a contar con este distintivo, que de nuevo se le niega a O Preguntoiro.

En A Illa hace años que el Concello ha desistido de ampliar el número de banderas azules para sus arenales. Para conseguirlas, explica Carlos Iglesias, es necesaria una cuantiosa inversión y un esfuerzo titánico, especialmente para localidades pequeñas como esta, en la que el número de socorristas concedido habitualmente por la Xunta es de seis profesionales: la cantidad justa para atender las dos banderas azules. Además, no necesitan las playas isleñas ni enseñas ni más reclamos para atraer bañistas —más bien todo lo contrario—.

En Vilagarcía, el Concello se congratulaba ayer por haber logrado revalidar las banderas azules que ondearon en la localidad el pasado verano. A su juicio, son un premio que reconoce «a calidade das augas e dos servizos cos que contan» A Compostela y O Campanario. Las banderas azules, dice Ravella representan «unha excelente carta de presentación de cara a atracción de visitantes e para a súa promoción turística, a maiores do orgullo que para os vilagarciáns supón contar con estes recoñecementos de calidade nos seus areais».

Mejoras pendientes

Según explica el gobierno local, se va a seguir trabajando para mejorar las dos playas «azules». En ese sentido, señalan que se han realizado gestiones con Costas para «elaborar e executar un plan de rexeneración dos areais da Concha-Compostela», de tal forma que se logre, en primer lugar, la erradicación del cadillo, una planta de semillas espinosas que ha enraizado en la arena y que se ha convertido en una molestia para los bañistas y en un peligro para quienes circulan en bicicleta o con carritos o sillas de ruedas incluso por el paseo marítimo. «O alcalde ten solicitada unha entrevista co novo xefe territorial de Costas para abordar este asunto, coa idea de que poida acometerse canto antes». Además, y también para mejorar la playa, se prevé renovar las pasarelas de madera, una obra que deberá ser autorizada y que completará la reforma del paseo marítimo.

Pero si Compostela y O Campanario son motivo de orgullo, ¿qué ocurre con la playa de O Preguntoiro, en Vilaxoán? Este arenal perdió el pasado año su bandera azul. Desde el Concello aseguran que en la zona ya se han realizado obras de saneamiento y recogida de pluviales «para tratar de elevar o nivel de calidade das súas augas, que foi a causa da baixada da bandeira». Sin embargo, «a normativa da Adeac establece que deben reiterase os nivel óptimos de calidade varios anos seguidos antes de poder recuperar» la insignia . «Nese momento se atopa o areal vilaxoanés, na espera de poder volver a ver ondear de novo o galardón que xa locen O Campanario e A Compostela», dicen desde Ravella. Desde el consistorio señalan, además, que la Xunta aún no ha confirmado cuántos socorristas financiará en la capital arousana. Y el verano, recuerdan, ya está ahí.

Sanxenxo lidera el ránking español, con 17 enseñas, y O Grove renuncia de nuevo a la marca

Cuando hablamos de banderas azules, Sanxenxo es un nombre que no puede dejar de salir a colación. Con sus playas volcadas hacia la ría de Pontevedra, esta localidad de O Salnés ha logrado este año 17 enseñas de la Adeac, lo que la convierte en el territorio de España con más reconocimientos de este tipo. Este dato hace que, en O Grove, a muchos les escueza aún más la decisión tomada hace años por el ejecutivo del socialista José Cacabelos de no apostar por las banderas azules. En 2016, un desencuentro sobre la enseña de A Lanzada, que Adeac concedió «compartida» con Sanxenxo, provocó que el Ayuntamiento rompiese relaciones con esa entidad. En realidad, aquel conflicto pareció servir de coartada a un gobierno que no tenía nada claro el modelo de la bandera azul. De hecho, el propio alcalde Cacabelos señaló en su día que «ni nos convence, ni tenemos claro que nos aporte nada». Así que, aunque se mantienen servicios en muchos arenales, O Grove ni se postula ni aspira al galardón de Adeac desde entonces.

Tampoco Vilanova lo hace. El alcalde de esta localidad, Gonzalo Durán (PP) señala que los requerimientos para obtener una bandera azul se vuelven inasumibles para localidades pequeñas. «Nuestras playas son tranquilas y nuestro compromiso es tenerlas siempre limpias y sin vertidos. Eso lo estamos haciendo y el resultado salta a la vista», señala, en referencia a los llenos absolutos que se registran en los arenales de esta localidad en cuanto aprieta el calor. La bandera azul, señala, es un distintivo del que reconoce su prestigio pero que, en el caso de los arenales vilanoveses, no se hace necesario.