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La actividad turística en mayo supera en Santiago a la del 2019 y alcanza niveles de julio

Margarita Mosteiro Miguel
marga mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

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Este mes se roza el lleno y para junio es complicado encontrar habitación

17 may 2022 . Actualizado a las 23:40 h.

Mayo está siendo el nuevo julio, y las previsiones del sector turístico apuntan a que en junio se superarán los datos de mayo. La ocupación hotelera de ambos meses en Santiago está por encima de las previsiones, y los hosteleros reconocen que la ciudad presenta unos «niveles similares a los de un mes de julio normal». Especialmente llamativo es, en palabras de Thor Rodríguez, presidente de Hostelería Compostela, la previsión para el puente de la Ascensión, porque pese a ser un festivo local, «el jueves está rozando el lleno». Añadió que varios hoteleros le transmitieron su experiencia de que «mayo está siendo espectacular».

De acuerdo con los primeros balances, en los puentes de mayo se rondará el lleno en los alojamientos del casco histórico y entre el 70 y el 80 % en todo el área. Junio se prevé que sea uno de los mejores de los últimos años, y se superará la ocupación del 2019, antes de la pandemia. «Ya es difícil encontrar una habitación en el casco histórico», apuntó Thor Rodríguez.

En uno de los buscadores más populares de Internet, la demanda para el fin de semana de la Ascensión roza el 90 %, y este próximo fin de semana, las previsiones de ocupación hotelera se sitúan en torno al 86 %. Los fines de semana de junio se mueven entre el 80 % de la primera quincena y el 96 %, de la segunda. Incluso en la segunda quincena de junio la ocupación se incrementa a partir de la mitad de cada semana. El portavoz de los hosteleros apunta que «estamos en los niveles de julio» y «a nada de alcanzar a agosto».

Los hosteleros consideran que entre el turismo que está llenando estos días tanto las habitaciones como las terrazas de bares y restaurantes hay un porcentaje alto de extranjeros. José Antonio Liñares comentó que en mayo y junio el turismo internacional supera al nacional, y entre ellos destaca el turismo inglés, americano y canadiense. «Caminar está de moda», dijo, y «los caminos están totalmente reactivados; ahora se nota el Xacobeo».

Tras las cancelaciones registradas en el momento del inicio de la guerra de Ucrania, Liñares apuntó que «con la guerra cronificada, las ganas de viajar se recuperaron y la previsión es de un verano muy bueno».

Aún sería pronto para valorar agosto, «porque es fundamentalmente de turismo nacional, y este espera hasta casi el último momento, pero los datos auguran un verano excelente». Incluso, se va más allá, y «las reservas para la primera quincena de octubre son altas, y además con un turismo de buena calidad», añadió Liñares. En octubre se prevé la celebración de citas congresuales que llenarán la ciudad. Thor Rodríguez coincide en los buenos datos de cara al verano, «al quedar superado el efecto Ucrania», y como consecuencia del «tirón del Camino y del Xacobeo».

El gasto medio diario es de unos 200 euros

Los portavoces del sector hostelero consideran especialmente complicado responder a la pregunta de cuánto se gastan los turistas en Santiago, y un cálculo estimativo apunta a entre 200 y 250 euros diarios, pero con diferencias entre el turismo nacional y el internacional, y también con disparidad entre los que viajan en avión, los que llegan caminado o en vehículo propio.

El turismo internacional suele gastar más en la comida central del día, y reduce el gasto en las cenas, aunque es habitual verlo en las terrazas temprano. Su gasto se dispara por el desplazamiento y el alojamiento. El nacional invierte, en una de las comidas, pero también en el «taceo» y se deja ver más por la noche, mientras que el internacional, de más edad, se recoge temprano y madruga mucho. El turismo internacional, especialmente el del norte de Europa y el de América, supera más que el nacional el gasto medio de 200 euros, al tener que sumar el coste de desplazamiento. Thor Rodríguez indicó que, salvo excepciones, el turismo extranjero no sale de noche. Liñares apuntó que, junto a los que tienen un gasto medio alto, hay grupos que llegan caminando, se alojan en albergues y comen el menú del día, lo que supone un gasto de 100 euros al día.