«The Guardian» acaba de reconocerla. Su entorno, su oferta gastronómica, alojamientos de revista y paisajes naturales de película ya la hacen un auténtico caramelo turístico
23 may 2022 . Actualizado a las 05:00 h.El tirón de la playa de Carnota no es nuevo, aunque sea ahora cuando se acaba de poner de actualidad porque The Guardian la ha incluido en su selección de las mejores playas de Europa. Si el filón de las Rías Baixas es obvio, el de las Altas amenaza con pisarle los talones. Para prueba este resumen de los puntos fuertes de una zona, la que rodea al arenal más largo de Galicia, cuyo atractivo turístico no deja de crecer.
Alojamientos: de los nidos a la casa rural
Estas son dos propuestas con mucho encanto que forman parte de una oferta hotelera creciente en la zona. Arriba, los Nidos de Carnota, cabañas de diseño muy bien equipadas, incluso con bañera circular, que permiten pasar la noche a unos metros de altura con vistas al mar. Debajo, una de las estancias de OLardoMar. A solo 2 kilómetros de la playa, los dueños rehabilitaron respetuosamente esta casa tradicional, catalogada por Patrimonio de Galicia y acreditada con la categoría turística de Casa de Aldea. Ejemplo de turismo rural sostenible, es ideal para hacer una escapada con pareja, amigos o familia.
Una gastronomía que triunfa
Una oferta gastronómica en la que destacan los productos frescos del mar es el principal sello de la hostelería de la zona, con restaurantes que reciben a clientes próximos de toda la vida, pero también a muchos turistas. Este es el ránking de los mejores de Carnota en TripAdvisor: Xouba en el número 1, A Morosa en el 2 y Casa da Crega en el 3. Flor Provincial, propietaria junto a su marido del restaurante A Morosa (en la foto), confirma que el turismo allí va en aumento. «Agora as fins de semana vén xente de Santa Comba, Santiago, A Coruña, Muros e Cee, pero en verán atendemos a clientes de toda a península e de Canarias. A raíz do covid baixou un pouco a clientela internacional, pero a maioría son alemáns e ingleses», indica Flor, que recomienda no marcharse del local sin probar los mariscos, los pescados y los arroces. «Temos cetárea, pescadería e depuradora propia», señala.
Su entorno: Muros, Dumbría y Outes
Carnota está rodeada por municipios que ofrecen desde paisajes y rutas naturales en las que perderse hasta zonas comerciales, con tiendas y mucho ambiente. La zona ofrece el plan ideal para complementar un día de playa, sea cual sea la preferencia. La desembocadura del río Xallas, las laderas del monte Pindo, la apacible ensenada de O Ézaro y un atardecer con el cabo Fisterra al fondo ofrece Dumbría con la visita a la fervenza y al mirador. En Outes aguardan rutas naturales como la que conduce a la playa de Broña o vistas espectaculares como la del mirador do Monte Tremuzo, bajo el que se despliegan las rías de Noia y Muros. Precisamente este último municipio es de los más atractivos a la hora de dar un paseo, ir de tiendas o tomar algo en las terrazas de su centro histórico (en la foto).
Otros paraísos naturales: Lira, Boca do Río y Caldebarcos
El arenal más famoso de Lira —en la imagen superior— es el de Mar de Lira, compuesto por una serie de calas que surgen de la continuación del de Carnota, el más largo de Galicia. Desde la Punta dos Remedios hasta la Punta de Caldebarcos, es decir, de una punta a otra de la playa de Carnota, se dan cuatro ecosistemas: la propia playa, una zona dunar, otra intermareal y las marismas de Caldebarcos, formadas por la desembocadura del río Valdebois, donde está la playa Boca do Río (imagen inferior). El de Caldebarcos es un arenal tranquilo para disfrutar de las vistas al monte Pindo y al océano Atlántico.
El hórreo de Carnota, un símbolo patrimonial para visitar
El de Carnota es uno de los hórreos más largos de Galicia con sus 34 metros de longitud, por detrás del cercano de Lira, que mide 36,53 metros. La escasa diferencia entre ambos hace pensar en una competición entre las localidades por la construcción más larga. Pero al margen de la longitud, el de Carnota es todo un icono. Declarado Bien de Interés Cultural (BIC) y Monumento Nacional por su belleza y arquitectura, no es tan grande como el vecino de Lira, pero sí mucho más fotogénico. En cualquier caso, es posible visitar ambos por su cercanía.