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Barbanza crea al día dos plazas de alojamiento y ya roza las 14.000

Xoán Ramón Alvite Alvite
X. R. ALVITE MAZARICOS / CORRESPONSAL

VEN A GALICIA

Sergio Otero es propietario de una de las viviendas turísticas que hay en el municipio de Mazaricos
Sergio Otero es propietario de una de las viviendas turísticas que hay en el municipio de Mazaricos Alvite

El auge de las viviendas turísticas desde su regulación por la Xunta en el año 2017 ha provocado que la oferta de hospedaje se haya duplicado en menos de una década

24 may 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El turismo va camino de convertirse en uno de los sectores más pujantes de la economía barbanzana. De hecho, ni siquiera la pandemia ha logrado frenar una expansión que, atendiendo a la evolución del número de plazas de alojamiento, parece imparable. Buena prueba de ello es que en apenas una década se ha duplicado la capacidad de hospedaje hasta sobrepasar las 13.800 plazas actuales. Solo durante el último año, el número de camas disponibles en la zona ha crecido a un ritmo de dos nuevas cada día.

Bien es cierto que detrás de este espectacular crecimiento se encuentra el bum experimentado por las viviendas turísticas, una modalidad de alojamiento que está regulada en Galicia desde el 2017 —solo 15 alojamientos barbanzanos se registraron ese año— y que en el caso de la comarca ya cuenta con más de 1.200 establecimientos con capacidad para albergar a más de 6.000 personas.

En este sentido, aunque todos los ayuntamientos de la zona registran un crecimiento continuado de su censo de viviendas turísticas —Ribeira cuenta ya con 220, mientras que Boiro, Muros y Porto do Son rondan las 160— resulta especialmente significativo el caso de Carnota que tiene registrados un total de 258 establecimientos bajo esta denominación. Una cifra que, en la provincia, solo la superan A Coruña y Santiago y que, en el conjunto de Galicia, lo sitúan al mismo nivel de municipios con un peso turístico tan relevante como Fisterra, O Grove, Barreiros o Foz.

«As vivendas turísticas van camiño de absorber totalmente aos aloxamentos e aos alugamentos convencionais. Quen ten unha vivenda máis ou menos ben situada prefire convertela en turística e arrendala tres ou catro meses ao ano porque, con menos risco, fai moito máis diñeiro», apuntan desde una inmobiliaria de la zona que ha visto como su bolsa de alquiler descendía de forma importante durante los últimos años al destinarse muchos de esos inmuebles al mercado vacacional.

Ahorro y comodidad

Los promotores justifican esta tendencia en las múltiples posibilidades y el ahorro que este tipo de alojamientos permiten a los grupos y al colectivo de las familias con hijos, los principales clientes. «Os clientes buscan aforros, pero tamén comodidade porque arrendar unha vivenda completa permítelles posibilidades que non teñen nos aloxamentos convencionais», explica Sergio Otero, dueño de una vivienda turística en Mazaricos que también señala los beneficios que esta figura tiene sobre la reducción de las casas desocupadas o la generación de empleo en el ámbito de la construcción y la rehabilitación de inmuebles.

«Hai moitas casas valeiras e outras practicamente en ruínas que se están recuperando grazas ás posibilidades que teñen para dedicalas ao arrendamento. O turismo estase a converter nunha actividade moi importante para moitos núcleos rurais e non podemos deixar pasar a oportunidade de aproveitalo e potencialo», afirma Otero.

El turismo rural se estanca en un territorio que es una potencia para el campismo

Si hace un par de décadas el turismo rural experimentó un auge parecido al que viven hoy las viviendas turísticas, esta modalidad parece haber perdido interés para los promotores. De hecho, y a pesar del enorme potencial de la comarca en este ámbito, en el territorio barbanzano solamente figuran registrados en la Axencia de Turismo de Galicia un total de 26 negocios bajo el epígrafe de turismo rural —disponen de 300 plazas— apenas dos más de los que permanecían abiertos en 2020.

Mayor es la subida que registran los hoteles y pensiones que, en conjunto, ofertarán esta temporada estival algo más de 1.100 plazas. Menos de un tercio de las 3.904 plazas que se ofrecen en el ámbito del campismo y que sitúan a Barbanza como una potencia en el conjunto de Galicia gracias a más de una docena de instalaciones. Entre ellas destaca el Ría de Arosa, en la playa de Cabío, que con una capacidad para 799 personas es el establecimiento turístico con mayor aforo de la comarca, seguido del cámping de Coroso, en Ribeira, que dispone de 724 plazas.

Difícil convivencia

El auge de las viviendas turísticas ha motivado que las plazas para pernoctar en Barbanza se hayan multiplicado. A su favor juega su precio, así como lo fácil que es para un vecino alquilarla por días. Eso sí, en Santiago ya se ha vivido un fenómeno contrario, encabezado por el hospedaje convencional, y también por los vecinos, que se han encontrado que la oferta de alquiler anual ha casi desaparecido.