Hoteles llenos y habitaciones a 300 euros la noche en Santiago para el festival O Son do Camiño
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El sector ya cifra la ocupación en el 82,76 % en todo el área entre el 16 y el 18 de junio
31 may 2022 . Actualizado a las 22:13 h.«La demanda en el centro de Santiago supera la oferta de plazas hoteleras» en las jornadas de O Son do Camiño. Lo dice Xosé Liñares, gerente del grupo familiar que gestiona en la ciudad los hoteles boutique Costa Vella, Altair y Moure. Son en total 44 habitaciones, que están completas en los días en que se desarrollará el festival en el Monte do Gozo, del 16 al 18 de junio. Y no colgaron el cartel de «completo» ahora, sino hace ya un par de meses, «cuando se publicaron las fechas definitivas de celebración del evento». Es una época que coincide además con una alta demanda estacional en el Camino de Santiago, en un contexto turístico que tiende a la normalidad después de dos años absolutamente condicionados por las restricciones de la pandemia del coronavirus.
«El turimo internacional está de regreso. Con la excepción de Australia, han vuelto visitantes de toda Europa y de América. El Camino está casi plenamente reactivado», asegura Liñares. Son circunstancias que propician «una demanda extraordinaria», añade, que también se ha vivido la pasada semana con la Ascensión, en especial el viernes, con precios disparados en los hoteles de Santiago.
El presidente de Hostelería Compostela, Thor Rodríguez, ofrece el dato general del sector de hostelería, que coincide con la vivencia en primera persona de Liñares: habla de una previsión de ocupación del 82,76 % en el área de Santiago durante el fin de semana de O Son do Camiño. Pero explica la cifra, a más de una quincena del evento musical: «Nosotros somos una asociación comarcal. Si tratas de buscar en la ciudad de Santiago es difícil encontrar habitaciones, la mayoría de hoteles están ya completos. Entendemos que Santiago va a estar a reventar, porque además de estos datos hay mucha ocupación en apartamentos que no son legales y que escapan a nuestro control». Rodríguez destaca que es un excelente dato, y lo enmarca dentro de la recuperación de las grandes citas en la ciudad: «Son un elemento clave para ayudar a levantar el trabajo y para afianzar la recuperación del sector. Santiago tiene que volver a ser centro de grandes eventos y de congresos». Se constató, añade, la pasada semana, cuando a las fiestas de la Ascensión se sumó un congreso de cirugía plástica de amplia asistencia: «No fueron las cifras de ocupación del 2019, pero nos acercamos mucho», expresa.
Estas grandes citas generan trabajo en distintos sectores, desde la hotelería a hostelería y otros servicios, como el taxi, en un círculo que implica a distintas profesiones, subraya Rodríguez. Para él, estos datos positivos de ocupación son vitales para «afianzar la recuperación de un sector que aún tiene una salud delicada». Porque señala que dos años de pérdidas no se superan «con cuatro días buenos en el 2021 o con este arranque de campaña desde Semana Santa. Queda camino por andar».
Perspectivas de un buen verano
Pero apunta optimismo en el sector, que tiene buenas perspectivas de que el próximo verano se corresponda realmente con el de un Año Santo: «En el 2021 lo salvó el turismo español, pero realmente no fue un Xacobeo. Esperamos que ahora sí lo sea. En la Plaza del Obradoiro y en nuestros locales escuchamos a gente que habla otros idiomas, a diferencia de entonces».
La fuerte demanda eleva los precios y las habitaciones para las tres noches pasan de 900 euros
Un buen termómetro para medir la demanda de habitaciones son los precios que se recogen en plataformas turísticas. A mayor demanda, escalada de precios. En Booking, ayer, el precio para una habitación de un hotel de cuatro estrellas en un barrio de la ciudad era de 380 euros, con entrada el jueves 23 de junio y salida el domingo 26. Una semana antes, esto es, en las fechas de O Son do Camiño, las tres noches en la misma habitación salían por 936 euros, más del doble.
Xosé Liñares explica que en un hotel de gama media, las noches del jueves 16 y del viernes 17 de junio pueden ir de los 150 a los 200 euros, «cuando en temporada baja la puedes encontrar por 40 o 50 euros». Pero es que los precios de los alojamientos, como los de las compañías aéreas, son ahora dinámicos, fluctúan en función de la demanda.
«El mundo cambió, y mucha gente no tomó conciencia. A veces entran en el Costa Vella y nos preguntan qué tarifas tiene el hotel. Y la respuesta es ‘¿para qué día?’ Porque un sábado pueden ser 100 euros, y al día siguiente, el domingo, 55». Liñares es partidario de una tarifa de precios lo más estable posible: «Nosotros no queremos malvender en temporada baja, no bajamos mucho porque no haya ocupación, ni subimos tanto cuando se dispara». Y expone una circunstancia que puede producirse en este último caso: «En ocasiones, en portales de reservas aparecen precios disuasorios, que no se corresponden con los reales, para evitar ventas a través de intermediarios». En su caso, dentro del lleno en los tres hoteles deja alguna habitación para atender posibles peticiones de sus clientes y proveedores habituales.