La fiesta retomó este sábádo el pulso, siendo un hervidero de gente y un regalo para los sentidos
11 jun 2022 . Actualizado a las 22:42 h.La percusión tiene algo de telúrico, de ancestral, que arrastra y conecta al instante. Quizás es por eso, y por la espectacularidad de los desfiles y las vestimentas, por lo que cada vez que un tambor suena en alguno de los rincones de Lucus Augusti, la gente se arremolina o abre paso, según la situación.
En la ciudad bimilenaria se arremolinaban este sábado centuriones, senadores, damas romanas, galaicas, guerreros (y guerreras), soldados rasos, sanadores, algún egipcio despistado, pictos y demás familia que convertían el casco histórico y su entorno en una colmena variopinta, por momentos, ruidosa, y feliz. Las mascarillas dejaron paso a los yelmos y las pieles, y encontrar hueco en una terraza se convirtió en el objetivo del día para muchos.
Si uno, cual Séneca, se dedicase a observar a los que este sábado se paseaban por Lucus Augusti, probablemente podría adivinar quiénes debutaban en la celebración y quiénes ya tienen callo en lo de viajar al Imperio Romano. Porque resultaba fácil captar las miradas curiosas y un poco perdidas de muchos visitantes que se prendaban al paso de las tropas, que se asombraban ante el espectáculo musical de algunos celtas o que admiraban los campamentos y todo el trabajo que tienen detrás.
Teatro, espectáculos de calle, ceremonias paganas, sonidos ancestrales, ofrendas o trabajos cotidianos se mezclaban en una amalgama añorada durante tantos meses. Probablemente, que el coronavirus cerrase la puerta al pasado los dos últimos años disparó las ganas de reencontrarse con la castra en el acogedor parque de Rosalía y de pasear por el Macellum, ese hervidero en el que cada puesto atrae a un sentido. El cuero o los aceites incitan al olfato, las pequeñas joyas atraen a la vista o los dulces al paladar. Lucus Augusti es un regalo para los sentidos.
Premios Civistas Honoris
Por otro lado, la alcaldesa de Lugo, Lara Méndez, y el concejal de Xuventude e Deportes, Mauricio Repetto, entregaron los Civitas Honoris, una distinción para agradecer la "promoción, implicación, colaboración e posta en valor do noso pasado romano a través do Arde Lucus", según apuntó la regidora. Los galardonados en esta edición fueron el artista Diego As; Enrique Alcorta, arqueólogo de la Diputación de Lugo; Isabel Calvete, presidenta de la federación de Anpas de Lugo; y Antonio Madrid, presidente de la Aefrh.
Además, entregaron también unos regalos a Senatus Lucus Augusti y a Lucus Equites, por su décimo aniversario. Al acto asistieron asociaciones de recreación histórica de Galicia, del resto de España y de otros puntos de Europa, como Portugal o Reino Unido.