La embarcación está atracada en el muelle de pasajeros y podrá ser visitada también durante todo el día de hoy
13 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Con algo de retraso sobre el itinerario previsto, la carabela Vera Cruz llegó el sábado por la tarde al puerto de Vilagarcía tras haber recorrido la costa de Portugal en una singladura que, cuenta Rui Santos, uno de sus tripulantes, no fue siempre tranquila. La embarcación forma parte de una expedición en la que participan otros 19 barcos con el fin de recrear, desde la costa portuguesa, el viaje que según la tradición trasladó los restos del Apóstol desde Jaffa a Compostela. Desde el domingo por la mañana, el barco puede ser visitado de forma gratuita por los interesados, que podrán conocer de cerca cómo se vivía y se manejaba una embarcación de estas características.
Vera Cruz fue construida en el año 2000 en los astilleros de Vila do Conde y es una típica carabela portuguesa, una embarcación que solo se construía en el país vecino. «Había otras que eran más redondas o que tenían tres palos, pero la portuguesa solo tenía dos palos y era de vela latina», añade Santos. El barco se utiliza actualmente para formar a jóvenes en el mundo de la navegación tradicional a vela y, de hecho, muchos de los 21 tripulantes que han llegado hasta Vilagarcía son voluntarios de Aporvela, la asociación de treino de vela. Esta es la primera vez que hacen el camino portugués por la costa. Su travesía comenzó en Vista Real de Santo Antonio, localidad situada justo enfrente de Ayamonte, y terminó en Vilagarcía en la tarde del pasado sábado. A bordo, viajaron 21 personas, que es el máximo de literas que tiene este barco, que dispone además de cocina y dos baños. Cuenta Santos, que las camas están ahora bajo la cubierta, pero que antiguamente solo el capitán disponía de camarote, ubicado justo al lado del timón, pues el resto de tripulantes dormían sobre la cubierta.
Una de las curiosidades de este barco es que tiene timón directo, pues no cuenta con volante. Eso hace más difícil su manejo, pues su peso ronda las cine toneladas, así que un sistema de cuerdas facilita la gobernabilidad. La zona donde se ubica el timón es también utilizada como nevera, pues es el sitio más fresco del barco, donde siempre corre aire.
Llegar hasta Vilagarcía no fue tarea sencilla, explica Santos, el viento del norte es típico en la costa portuguesa, lo que dificulta en ocasiones la navegación. Y desde Viana do Castelo hasta Baiona lo pasaron realmente mal. Por fortuna, también tuvieron días muy buenos, con sol y mar calmo. El barco permanece amarrado en el muelle de pasajeros, donde puede ser visitado por el público. Hoy estará abierto de diez a doce y media de la mañana y de 14.30 a 18.00 horas.