Dani Martín, Rigoberta Bandini y Jason Derulo ayudaron a caldear el ambiente en Santiago al anochecer
20 jun 2022 . Actualizado a las 00:09 h.Tercer día de O Son do Camiño. El festival se despide en Santiago con una veintena de actuaciones sobre sus tres escenarios. En el Monte do Gozo se junta el cansancio de los que llevan dos jornadas de fiesta y el brío de quienes llegan frescos, dispuestos a exprimir al máximo cada segundo.
Rompe el hielo en el escenario Xacobeo —el principal— el vigués Pablo Lesuit y el recinto comienza a llenarse poco a poco, bajo un cielo soleado que invita a disfrutar de los conciertos al aire libre. Coge el relevo Rayden, que ya actuó en la capital gallega el mes pasado, en la Ascensión. Casualmente, coincidía en el cartel de artistas del festival con Rigoberta Bandini, con la que vivió la final del Benidorm Fest. Y los temas que defendieron entonces, La calle de la llorería y Ay mamá, fueron coreados a pleno pulmón.
Cómodos, sobre unas tablas que ya pisaron en la primera edición del macrofestival santiagués, los integrantes de Triángulo de Amor Bizarro pusieron la nota indie a la jornada. Los ritmos urbanos llegaron de la mano de dos argentinos, Khea y Nicki Nicole. Él triunfó a ritmo de balada, con Dónde estás, y revolucionó al personal con She Don't Give a FO, Hitboy y Loca. Ella tampoco defraudó a sus seguidores, entregados a Colacao, Formentera o Mamichula. Emocionada por el calor del público, sorprendió con un artista invitado, Duki (quien ya había actuado el viernes). La M.O.D.A. desplegó un derroche de energía en el escenario Estrella Galicia, donde los burgaleses dedicaron unas palabras en gallego y revolucionaron al personal con su potente directo.
Pasadas las nueve llegó el turno de Dani Martín, uno de los más esperados por los que siguen su trayectoria desde que empezó a llenar estadios con El Canto del Loco. Himnos nostálgicos y temas madurados ayudaron a combatir la bajada de temperaturas en el Monte do Gozo, donde el madrileño dedicó la actuación a «la gente que montó todo esto» y aquellos que se vieron implicados días antes en el derrumbe del escenario.
En el momento más álgido del festival, hizo su aparición Jason Derulo. Empezó casi media hora más tarde de lo previsto, aunque se encargó de mantener los ánimos arriba un entregado animador durante la espera. Sin mediar palabra, el estadounidense entonó el primer hit, Whatcha Say, al que siguieron otros muchos de sus éxitos internacionales, aderezados con sus característicos pasos de baile, y arropado por un grupo de bailarines y ráfagas de humo. El concierto arrancó con algún contratiempo y un problema de sonido hizo que el artista interrumpiese el espectáculo.«Stop!», ordenó, y su banda paró al instante. Mientras se solucionaba el fallo técnico, Derulo se esforzó por conectar con el público, hablando de las ganas que tenía de estar en España y de su conocimiento del idioma. Se disponía a demostrar su dominio del español cuando se retomó la melodía de Wiggle, y retomó el directo como si nada. Con el anfiteatro lleno hasta los topes hizo gala de sus falsetes y hacia la mitad del concierto comenzó un paulatino éxodo del público hacia el otro escenario, en donde había comenzado la actuación de Nathy Peluso.
Reajustes en los horarios
Reinó cierto desconcierto al cambiar la organización los horarios de las actuaciones «por axustes loxísticos de última hora», informaban a través de una publicación en redes sociales. El concierto de Rigoberta Bandini fue uno de los afectados y se adelantó media hora, lo que hizo que se solapase con el de Dani Martín. Ella, libre, empoderada y revolucionaria, lanzó toda clase de guiños, desde uno eurovisivo a Massiel hasta su popular homenaje a los pechos de la mujer, así como algunas arengas dedicadas a Galicia, sus percebes, grelos y queso de tetilla.
También se adelantó el espectáculo de Nathy Peluso y se solapó durante gran parte del mismo con el de Derulo. Así, sonaba Sofía en el escenario Xacobeo cuando en el otro la argentina se contoneaba ritmo de salsa, en la intro de Puro veneno. Muchos tenían la esperanza de que C Tangana hiciera como Duki, y repitiese en O Son do Camiño como artista invitado para interpretar Ateo en formato dueto, pero la cantante finalmente defendió el tema en solitario. Luego vendría Mafiosa o su archisonado Bombastic. Hasta entonces habían caído solo un par de gotas, pero el cielo fue inclemente y empezó a llover con intensidad hacia el final de este directo.
Era solo el comienzo de la traca final, que contaría además con el rey de la música electrónica, Tiësto, para encumbrar los últimos compases en Compostela.