Parada de Sil es uno de los municipios más turísticos de la Ribeira Sacra
19 jun 2022 . Actualizado a las 16:47 h.Es una de las joyas de la Ribeira Sacra. El turismo hace tiempo que se convirtió en motor económico de Parada de Sil, una localidad pequeña que atrae a visitantes, que disfrutan del paisaje, de la naturaleza, de la historia y del chocolate, lo que lo convierte en destino perfecto para ir con niños. Y en el recorrido hay varias paradas imprescindibles. Con una luz especial, el verano es una época perfecta para disfrutar de Parada, aunque debería repetirse la visita en otoño, durante la caída de la hoja.
A Fábrica da Luz y la pasarela del río Mao
La antigua central hidroeléctrica ha sido reconvertida en albergue y cantina. Además de ser un buen lugar para hacer una parada, también es posible disfrutar de rutas BTT, en kayak o de senderismo que organizan en la propia Fábrica da Luz. Además, desde el edificio sale un sendero que a través de una pasarela de madera permite recorrer el último tramo del río Mao. Son unos 850 metros de recorrido.
La necrópolis de Barxacova
Es un conjunto arqueológico formado por restos de una capilla medieval (desaparecida a mediados del siglo XIX) y una necrópolis con tumbas antropomorfas excavadas en piedra. Hay dos sectores diferenciados, el norte y el sur. Está fechada entre los siglos IX y X.
Castiñeiro milenario
En la aldea de Entrambosrríos hay un castaño milenario, que forma parte del catálogo Árbores Senlleiras de Galicia. Es su ejemplar más espectacular, aunque la naturaleza deja otros espacios increíbles para ver en cuanto a bosques y soutos de castaños en el territorio municipal. Sin olvidar los viñedos en bancales que dibujan el paisaje en la Ribeira Sacra.
Museo del chocolate
La antigua fábrica de chocolate de la familia Casares, ubicada en el pueblo de Teimende, ha sido reconvertida en museo. En él se pueden ver las viejas máquinas y conocer cómo era el proceso de elaboración. Y al rematar la visita se puede comprar chocolate artesano, elaborado siguiendo la receta familiar. Hasta finales de mes abre solo de jueves a domingo. A partir del 1 de julio y durante el verano se puede visitar a diario. Un recurso perfecto sobre todo para aquellos que viajen con niños.
Balcones de Madrid
No muy lejos del casco urbano de Parada están los balcones de Madrid, que recibe el nombre porque era el lugar elegido por las mujeres para ver marchar por el río Sil hacia la capital del Estado. Hay una amplia zona de aparcamiento en las inmediaciones y después hay un pequeño paseo hasta los balcones. Allí se disfruta de los cañones del Sil casi a vista de pájaro. No es un espacio recomendable para aquellos que tengan vértigo.
Ese lugar es probablemente la joya en cuanto a miradores, pero hay otros más en el territorio municipal que compiten en espectacularidad: Cividades, As Xariñas (detrás del cámping y con acceso propio), Cabezoás, Ribeira Sacra y el recién rehabilitado de Triguás, junto a la ermita.
Monasterio de Santa Cristina
El conjunto monacal, ubicado en un bosque de castaños, hace tiempo que está en desuso. Pero eso no le ha llevado a perder su encanto. Conserva en toda su pureza los elementos arquitectónicos de su primera construcción románica, sobre todo en la iglesia y campanario y disposición de las dependencias monacales; así como las posteriores pinturas renacentistas del siglo XVI de su altar. Se accede a través de una sinuosa carretera, que desde el 1 de julio al 18 de septiembre está restringida al tráfico. Para llegar al monasterio es esas fechas es obligatorio dejar el coche en el núcleo de Parada de Sil y coger el bus lanzadera. De cara a las fechas estivales se recomienda comprar la entrada de manera anticipada por internet (en la web municipal está recogida toda la información) para evitar así esperas.
Puente de Conceliñas
En la parroquia de Forcas está un puente medieval de posible origen romano y que ha sido recientemente restaurado. Está en un camino de entrada a la Ribeira Sacra desde la comarca de Terras de Caldelas. Hay quien sostiene que por ahí pasaba la Vereda Maiore romana que enlazaba con la Vía XVIII.