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Las alfombras de Ares desafiaron a la lluvia y homenajearon al Xacobeo

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La villa recuperó la tradición con una versión reducida del manto por falta de voluntarios

20 jun 2022 . Actualizado a las 16:27 h.

Hubo lluvia, sí. Y viento y un tiempo desapacible. Pero también alfombras florales. Después de dos años en blanco por la pandemia había muchas ganas acumuladas de recuperar la tradición del Corpus Christi, una fiesta declarada de Interés Turístico de Galicia desde el 2011. Y Ares no sucumbió. Amaneció con el corazón de la villa alfombrado de vistosos tapices, que daban color al gris de una inusual mañana que debía llenar a esas horas las calles de curiosos. En su lugar, un goteo de vecinos y visitantes a resguardo bajo sus paraguas contemplaban el resultado de muchas horas de trabajo, que a más de uno, le costará un resfriado.

Su elaboración comenzaba el sábado, de día, y se adentraba en la noche, una franja crucial para su elaboración. Y los miembros de la Asociación de Alfombras Florais y los vecinos que participaron se mojaron. Y mucho. Bien avanzada la madrugada, los chaparrones intermitentes llegaron para quedarse y «ya no se pudo seguir», confirmaba la concejala de Cultura, Alma Barrón. Así que algunas zonas quedaron incompletas. Pero los trabajos se retomaban a primera hora de la mañana para dejar concluidos todos los dibujos.

En pleno año santo, el Xacobeo fue el hilo conductor de los diseños elegidos en esta edición. La catedral de Santiago, los motivos de sus vidrieras, peregrinos, ángeles y firmamentos estrellados llenaron los mantos de una edición en versión reducida, debido a la carencia de personas suficientes para abordar la ingente tarea de alfombrar los seis tramos habituales por las principales calles de la villa. Eso no impidió que los esfuerzos se aunasen para componer un gran manto a lo largo de la plaza de la iglesia y hasta el paseo marítimo, por la del Tilo —que se decoraba por primera vez— y cubrir también un tramo de Real.

La concejala valoró que «después de dos años sin hacerlas y sin mantener esa dinámica, la gente se volviese a unir para poder volver a tener este espectáculo en el pueblo». No obstante, dejó patente su deseo de que «se vuelvan a hacer como siempre, porque eso sería señal de que hay relevo generacional que permita hacer los seis tramos. Pero incluso en formato reducido, se ha conseguido. Y ahí está para disfrute de todos», decía este mediodía.

Teresa Muíños, presidenta de la Asociación de Alfombras Florais de Ares

«A las seis y media de la mañana no pudimos seguir porque nos chorreaba el agua»

Resultó una de las ediciones más difíciles en más de cuarenta años de tradición. «A las seis y media de la mañana no pudimos continuar porque nos chorreaba el agua. Nos mojamos muchísimo», detallaba ayer Teresa Muíños, presidenta de la Asociación de Alfombras Florais de Ares.

«No nos acompañó el tiempo, no tuvimos suerte», lamentó, «pero el sentimiento de un trabajo hecho por el pueblo unido, sí lo tenemos», valoró con la voz ronca tras muchas horas de esfuerzo y «muchísimo trabajo a repartir entre poca gente». «Estamos agotados, física y psicológicamente», admitía. Pero «el sentimiento no hay inclemencia del tiempo que lo borre», prosiguió. «Lo hemos hecho con todo nuestro cariño y nuestra buena fe», concluyó.