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El Monte de la «Gozadera» se rindió a los ritmos latinos de Marc Anthony

La Voz SANTIAGO / LA VOZ

VEN A GALICIA

Unos 16.000 fieles arroparon al rey de la salsa en su esperado paso por Santiago

21 jun 2022 . Actualizado a las 00:15 h.

Sonaba el medley inicial que abría el concierto de Marc Anthony en Santiago, y el Monte do Gozo respiraba ya el ambiente de gozadera que pregonaba con Gente de zona. El cantante de origen puertorriqueño salía al escenario con gafas de sol, bufanda gris y chaqueta oscura. Empezó fuerte, con uno de esos imprescindibles en su carrera: Valió la pena: «¿Dónde está mi gente? Esas manos arriba». Le respondieron con aplausos los 16.000 fieles que según la organización acudieron a la cita. Arrancó su faceta baladista con Y hubo alguien, se despojó de las gafas y llegó la primera ovación del público.

 Remató Hasta ayer, y saludó: «Buenas noches, qué calor hace, ¿no? Este frío se quita con salsa, tienen que bailar, brincar, saltar ... ¡Qué calor, diosito mío! Muchas gracias por darme la oportunidad de compartir con ustedes. Ya era tiempo, ¿no?», dijo un artista a quien la pandemia retrasó su visita a Santiago dos años. 

En el arranque de Flor pálida, pedía al público que cantase con él. Aunque no hacía falta solicitarlo: no dejaron de hacer coros en todo el concierto. Contra la corriente dejó paso a un popurrí que incluyó una sobria y respetuosa versión del conocido ¿Y cómo es él?, de José Luis Perales, en la que la música intimista le permitió lucir voz. Hubo espacio luego para temas nuevos como ese Pa´lla voy que da nombre a una gira con once paradas en España. 

Los metales potentes y la percusión intensa, sin concesiones superfluas, llenaron de música latina un Monte do Gozo que seguía sin desprenderse de la cartelería de O Son do Camiño. Para el cierre, el vitalista himno que Marc Anthony hizo sonar en todos los confines del orbe: Vivir mi vida. El éxtasis para todos los que compartieron con él más de hora y media de concierto en Santiago. Con un sentimiento mayoritario entre el público que remitía a su primer tema: el directo del rey de la salsa valió la pena.