Pinchos irmandiños, 12 bocados de historia en Vimianzo

Estaba prevista en el castillo, al aire libre, pero el tiempo no acompañó y hubo de hacerse a resguardo, en la Casa da Cultura. No fue esto impedimento, muy al contrario, para que el olor de los Pinchos Irmandiños despertarse los paladares. Se presentó ayer la 13.ª edición de esta iniciativa gastronómica que hace más llevadera, sobre todo para el estómago, la espera por el Asalto ao Castelo de Vimianzo. Doce locales participan en esta convocatoria pareja al cuarto de siglo de la fiesta, que estrena título de Interese Turístico y que regresa tras dos años de parón por la pandemia. Sustentan así una ruta de petiscos que se podrá recorrer desde el martes 28 de junio hasta el sábado 2 de julio, día grande, con el siguiente horario mínimo: de 12.00 a 15.00, a mediodía, y de 19.00 a 23.00, en la tarde-noche. El precio del Pincho Irmandiño será de 2,5 euros; 3 en el caso de que se haga acompañar de un quinto o de agua.

Mónica Rodríguez, alcaldesa, presentó la propuesta acompañada de las edilas Rosa Blanco y María José Pose, así como de una amplia representación de hosteleros. «Non me cabe dúbida de que será unha semana espectacular», afirmó, dedicando gran parte de su intervención a dar gracias y a trasladar «o recoñecemento do Concello» a todo el tejido hostelero vimiancés. Por su trabajo los 365 días del año, haciendo de Soneira una referencia en este aspecto, pero particularmente por su implicación para esta propuesta incluso cuando no corren buenos tiempos para el sector, muy tocado por las restricciones de la pandemia y ahora aquejado de falta de personal. «É un orgullo presentar estos doce pinchos, doce, salgado... un aroma magnífico», describió. «Grazas pola vosa enerxía, ganas, forzas... Sen vós non sería posible», les dijo la regidora. «Conseguimos volver xuntarnos», celebró Carlos Gómez en la puesta de largo, representando al sector hostelero. Concordó en que no soplan buenos vientos, en que han sido dos años muy duros, pero también se mostró convencido de que «somos profesionais» y de que emplearán muchas horas «para sacar o traballo adiante» y conseguir que esta 13.ª edición de los Pinchos Irmandiños supere a las anteriores o, por lo menos, alcance el nivel de los otros años. Incidió, asimismo, en la «variedade extensa».

Este año regresarán, además, los regalos irmandiños para aquellas personas que sellen la ruta completa (12 sellos, por tanto). La cartulina habrá de depositarse en cualquiera de los siguientes locales: A Rúa, Vía Rápida o Montevideo. Deberán tener los datos de contacto correctamente cubiertos e indicar, en su opinión, el mejor pincho y el local mejor decorado. Entre quienes completen la ruta se sorteará un lote de productos en función del peso de la persona ganadora.

Vimianzo hace historia de su Historia

PATRICIA BLANCO

Como suele ser habitual, los locales han jugado con los nombres de sus creaciones para que, también a través de las denominaciones, se hagan alusiones a la historia, con guiños de humor y, por cierto, guiños también a aquellos que, por ejemplo, deban optar por postres sin lactosa. Es el caso del Torreón de Algareira, un bizcocho de zanahorias. Remonta este su origen al Medievo, cuando el azúcar era bien de lujo y se endulzaba con frutas y verduras.

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