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Ángel Eiroa: «Hai que poñer un freo co patrimonio, non se pode vender todo»

Santiago Garrido Rial
S. G. RIAL MÁLAGA / ENVIADO ESPECIAL

VEN A GALICIA

S. GARRIDO

TURISMO A TODA COSTA | Habla de un recurso que va mucho más allá de la observación de sus elementos

21 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Ángel Eiroa Pose (Borneiro, Cabana, 45 años) trabaja en el área de Turismo de la Deputación coruñesa, que dirige el vicepresidente Xosé Regueira. Antes de llegar a la institución provincial acumulaba una larga experiencia en la divulgación del patrimonio de Cabana. Ahora su territorio de acción se ha ampliado notablemente. Lo está haciendo desde ayer en Málaga, en la CM Málaga, una feria internacional de la cultura y los museos, y la importancia que para ambos elementos tienen las nuevas tecnologías.

Eiroa cree que el patrimonio es un recurso turístico: «Si, no sentido de que hai que manter o equilibrio. Descubrir ese patrimonio, e que a xente sexa consciente do seu valor, da súa existencia, de que leva moito tempo aí. Ás veces non o valoramos como é debido». Y darlo a conocer: que lleguen visitantes de otras zonas y que sea rentable socialmente», añade. Algo de eso podía verse ayer (y hoy) en la feria malagueña, en una ciudad y provincia en la que manda el destino de sol y playa (Málaga es la capital de la Costa del Sol). En esta feria, el turismo cultural, la buena divulgación del patrimonio, se explota de manera muy eficaz y adaptada a los tiempos. En Galicia, opina, todas las opciones deben estar al mismo nivel, sin que lo patrimonial se vea como algo secundario. En todo caso, complementario.

S. GARRIDO

La provincia es muy rica en patrimonio. Identifica dos grandes puntos, como son la Torre de Hércules y Santiago y todo lo que representa: la ciudad, el Camiño. Pero también «outros puntos moi visitados, como o castro de Baroña, Fisterra, o Camiño Xacobeo…». Incide sobre esta ruta y todo lo que aporta a mayores, ya que permite descubrir el entorno natural, y también mitos, leyendas. Pone el foco en el Vákner dumbriés, extensible a toda la Costa da Morte, un ejemplo de cómo se puede recuperar una historia antigua para dotarla de actualidad e indudable atractivo para las visitas. «Non son só os grandes sitios, hai que prestar atención tamén aos pequenos detalles, e moitos aínda están ocultos», asegura. Y hay que fijar un tope, añade. «É necesario poñer un freo co patrimonio, non se pode vender todo. É imposible escavar todos os castros, non se poden facer rutas a todos cantos petróglifos hai». También es bueno centralizar y organizar. El patrimonio rupestre, por ejemplo, puede articularse en torno a un radio compostelano, lo mismo que la riqueza castreña se centra más en Barbanza, «que é onde hai máis castros escavados cientificamente». Los dólmenes, en la Costa da Morte. Los centros de divulgación se van situando en grandes áreas que permiten a los visitantes conocerlas, al mismo tiempo que siguen los itinerarios de su interés.

Entre Administraciones

Todo esto requiere además una interconexión constante con otras Administraciones o áreas próximas. Turismo y Patrimonio están enlazados de manera necesaria, «e en Patrimonio da Xunta están encantados de que poñamos en valor eses bens». La colaboración de los concellos es esencial. «O importante é unilos, non que cada un vaia polo seu lado, e que tiren uns dos outros», explica.

La existencia de estas acciones tienen derivadas: moverse para conocer estos lugares implica realizar rutas, respetar el medio ambiente, prevención de incendios (más limpieza, más personas por el monte que además vigilan), mayor control de los parques eólicos, que no pueden construirse en lugares de interés; la eliminación de especies invasoras o la tala de otras que no aportan nada, salvo tapar el paisaje. El aumento de biodiversidad, con la plantación de especies autóctonas. Y un mejor espacio para la observación nocturna; no pocos monumentos o elementos megalíticos o artísticos de la antigüedad se orientaron hacia determinados puntos. Por tanto el patrimonio en sí mismo genera mucho más que la simple observación de sus elementos.