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«Para el Resurrection Fest de este año vendimos entradas en 48 países»

Lucía Rey
lucía rey VIVEIRO / LA VOZ

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Iván Méndez aguarda ilusionado las actuaciones de Bring me the Horizon y de Korn, el día 3
Iván Méndez aguarda ilusionado las actuaciones de Bring me the Horizon y de Korn, el día 3 PEPA LOSADA

Iván Méndez, uno de los directores del festival que tendrá lugar en Viveiro del 29 de junio al 3 de julio, explica que solo quedan tiques para la fiesta del 29 y los «ultimísimos abonos» para viveirenses

22 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Dos años pueden suponer mucho y a la vez no suponer nada, como se desprende de los datos del Resurrection Fest 2022. Una cita musical que entre el 29 de junio y el 3 de julio espera reunir en Viveiro a más de cien artistas y bandas, y a 140.000 personas (suma de las cinco jornadas de festival). La mayor parte, según destaca su director, Iván Méndez, conservan la entrada del 2020, cuando el Resu fue suspendido por el coronavirus.

—A una semana del inicio del Resu, ¿cómo van los preparativos?

—Estamos de pleno con el montaje y todo marcha según lo previsto. Es el año con el formato más grande porque nos vamos a cinco días de programación, y la fiesta de presentación, que todos los años tenía una dimensión más pequeña, la vamos a hacer también en el escenario principal. Es la edición en que esperamos mayor asistencia de público porque la gran mayoría de las entradas se vendieron en octubre del 2019, en unas horas desde que anunciamos el cartel, y desde entonces están agotadas. Y tras dos años de pandemia tenemos muchísimas ganas de poder acoger a todos los resus que vienen de todo el mundo. Este año vendimos entradas en 48 países.

—¿Quedan todavía?

—Solo quedan para la fiesta de presentación del miércoles, y las ultimísimas para los censados en Viveiro, que tenemos a la venta hasta el último momento. Estamos muy agradecidos porque sabemos que tenemos un público muy fiel y, cuando abrimos los plazos de devolución por el coronavirus, prácticamente todo el mundo se las guardó.

—Hace días, varios trabajadores resultaron heridos en el montaje del escenario principal de O Son do Camiño. ¿Cómo se encuentran?

—Lo que pasó en Santiago fue un accidente. Los heridos forman parte del staff del festival y estamos pendientes de ellos todos los días. A uno le dieron el alta y ya está en casa, y el otro sigue ingresado con pronóstico reservado. Hay algunas cosas que no se pueden prever, y tocamos madera para que nada de esto pase en Viveiro, donde llevamos haciendo festivales desde el 2006. Son 17 años, nunca tuvimos ningún susto de este tipo, y esperamos que siga siendo así.

—Y también que acompañe el tiempo...

—Contra eso nuestro margen de maniobra es poco. En el 2019 tuvimos una tormenta eléctrica mientras tocaba Slayer, y esperamos que este año nos respete un poquito más. Más del 90% del público que viene a Viveiro repite, conoce perfectamente como funciona el festival, como moverse dentro de Viveiro, donde están las acampadas, donde está cada cosa... Contamos que sea otro año sin ningún incidente por parte del público, que tiene un sentimiento de comunidad y pertenencia al festival y es amante de la música. Esperemos que todo el mundo venga a disfrutar.

—¿Dónde dormirán las bandas?

—La gran mayoría se quedarán en Viveiro. Intentamos empujar a los artistas para que se queden aquí porque algunas viajan con un equipo de 70 personas y el impacto es grande. Preferimos que se queden a nivel local.

—¿Le gustaría enviar algún mensaje?

—Por un lado, agradecer a todos los asistentes, que son los que hacen posible el festival. Es un público muy fiel y que lleva esperando venir al Resu desde el 2019. También me gustaría agradecer a los vecinos de Viveiro, sobre todo por las incomodidades que para ellos puede suponer el festival que les rompe el día a día porque hay más tráfico, todo está más congestionado, los accesos son más difíciles... Estamos deseando abrir puertas. Va a ser un año de reencontrarnos, de volver a los abrazos... Estamos deseando volver a tener el festival en Viveiro. Como organizadores fueron dos años muy complicados, y por fin este año vemos la luz de volver a ver la música en vivo. Esperamos que todo el verano sea así.