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El club de golf de Narón busca su hueco en la oferta deportiva y turística de la zona

A. F. C. NARÓN / LA VOZ

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CESAR TOIMIL

La actual directiva lleva año y medio trabajando para solventar los problemas económicos, mejorar las instalaciones, dinamizar el campo y captar socios

22 jun 2022 . Actualizado a las 23:41 h.

El último año ha sido «de altibajos» para el club de golf Campomar. «Hemos mejorado la gestión, las instalaciones y el cuidado del campo de juego, y tenemos expectativas de seguir en esta línea», explica Francisco Castro, presidente de la entidad desde finales de 2020. En este período, la nueva directiva ha trabajado para solventar los problemas económicos que arrastra el club, «derivados de la crisis de 2008 y de la crisis endémica de la zona».

Los acuerdos alcanzados con los propietarios del terreno, Abanca y otros acreedores (pendientes de ratificación en la asamblea del lunes) suponen un alivio, que les permitirá concentrarse en dinamizar la actividad y, sobre todo, en captar socios. «Queremos visualizar el golf y acercarlo a todo el mundo. Es un deporte desconocido, apto para cualquier persona. Las relaciones institucionales estaban degradadas, y ahora ya estamos muy integrados con los concellos de Ferrolterra (a través de la mancomunidad), la asociación de vecinos o la cooperativa [de O Val]», recalca Castro. En los tiempos de bonanza, el club de golf Campomar alcanzó los 400 socios. Hoy son unos 125, alguno más que hace un año y con tendencia creciente.

La cuota mensual por familia es de 88 euros, y constituye la principal vía de financiación para afrontar la amortización de la deuda, el pago del alquiler por el campo (solo una pequeña parte pertenece al club) y los salarios de los cinco trabajadores fijos, el profesor y el responsable del ambigú, ambos autónomos. Castro apuesta por abrir las instalaciones a las instituciones y, sobre todo, a las visitas de los colegios, para fomentar la afición.

«Tenemos un programa, Acércate al golf, que en principio iba dirigido a familiares y amigos de socios, pero que está abierto a la gente que quiera probar un día, con el profesor, con la directiva... para que conozcan el deporte», reitera el presidente. «Si algo caracteriza el golf —subraya— es que puedes jugar con cualquiera, de cualquier nivel, abuelos y nietos... y disfrutar al aire libre, y al ser un campo relativamente pequeño no requiere demasiado tiempo. En hora y media juegas nueve hoyos». Lucha por combatir la imagen elitista del deporte.

Leticia Jiménez, granadina residente en Narón, y su marido se hicieron socios de la entidad naronesa antes de que nacieran sus hijas, de 8 y 11 años. «Yo lo tuve que dejar cuando eran muy pequeñas, pero cuando la mayor tenía 7 años ya las metimos a ellas, y ahora podemos ir los cuatro juntos. Teníamos claro que queríamos un deporte que pudiésemos practicar en familia», explica esta trabajadora autónoma del sector del márketing digital. Destaca «el carácter familiar y el buen ambiente» que se vive en el club Campomar, «que no tiene nada que ver con otros en los que hemos estado, en Madrid y en otras zonas de España».

Esta aficionada destaca las amistades que les ha brindado el golf, tanto a sus hijas como a ella y a su marido. «La verdad es que lo pasamos muy bien, tanto los 18 hoyos [el campo es de nueve, pero para completar una partida se recorre dos veces], como el número 19 [en alusión a las cañas posteriores]». Reconoce que «es un deporte muy difícil, en el que compites contra ti misma y contra el campo», y subraya «las mejoras del campo y toda la labor que se están haciendo [por parte de la actual directiva del club]». A ella le ayuda a desconectar y evadirse: «Cuatro horas en el campo respirando aire libre y pensando solo en la bolita».

Leticia anima a las familias, socias o no de Campomar, a apuntar a sus hijos al campus estival que se desarrollará en las instalaciones para favorecer la conciliación. Los interesados pueden contactar con el número 608 065 276. Entre las actividades programadas figura una clase de golf.