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El Mytilus ya anima la playa de Mañóns

María Xosé Blanco Giráldez
M. X. Blanco

VEN A GALICIA

El chiringuito reabrió sus puertas para ofrecer una carta en la que reinan los productos locales

24 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

No hay playa que se precie sin un chiringuito en el que los bañistas puedan reponer fuerzas. Pues la de Mañóns, en el litoral boirense, ya tiene el suyo, el Mytilus, que acaba de reabrir sus puertas con el fin de caldear el ambiente estival una vez más. Este local es de sobra conocido por los habituales del arenal, pues lleva más de dos décadas funcionando, aunque desde hace tres años, tiene al frente a Iván Roca, un hostelero que ha llegado dispuesto a atraer nuevos paladares, para lo que ha confeccionado una nueva y revolucionaria carta.

Y es que, sin que pierda el espíritu de un buen chiringuito, Iván quiere ofrecer a sus clientes los servicios de un restaurante, cuidando la presentación de cada plato. En su carta reinan los productos de proximidad, acaparando el mejillón —cuyo nombre científico es precisamente mytilus— el protagonismo principal. Pero también hay navajas, zamburiñas y otras especies con sabor a mar. Las hamburguesas de cerdo celta o el raxo de ejemplares porcinos criados con castañas son otras de las especialidades de la casa.

Dejar satisfechos, gastronómica hablando, a los clientes, es el objetivo principal de un local hostelero que aspira también a animar las noches de los bañistas que elijan Mañóns. Para ello, durante las próximas semanas habrá conciertos y sesiones a cargo de disyoqueis.

Primer concierto

Para dar el pistoletazo de salida a la temporada, el Mytilus ya ofreció el primer concierto, que corrió a cargo de Leite con Jalletas, un grupo de Ribeira que ya está familiarizado con el ambiente nocturno de Mañóns, dada la cantidad de veces que ha actuado en el chiringuito.

Aunque Iván Roca cogió las riendas del Mytilus en plena pandemia, hace un balance positivo de su trayectoria al frente del local. Eso sí, confía en celebrar este verano, por todo lo alto, la vuelta a la ansiada normalidad: «É unha marabilla poder dedicarse por fin a atender aos clientes, en vez de estar exercendo de inspector e comprobando que se cumpren as restricións».

El hostelero reconoce que el mal tiempo con el que ha arrancado el verano ha chafado un poco sus planes, pero espera que las previsiones se cumplan y julio y agosto sean meses de sol y calor.