Cada una con su especialidad, de larpeiras a empanadas, ofrecen productos «da terra»
27 jun 2022 . Actualizado a las 20:13 h.¿Y qué mejor forma de redescubrir una provincia que hacerlo a través de las gastronomía más dulce? Como homenaje al famoso eslogan de «E para comer... Lugo» es preciso y necesario conocer aquellas panaderías y pastelerías de las que es aprovechable hasta la última miga. Aunque son muchos los locales de la provincia que ofrecen productos delicatesen, esta es una pequeña recopilación de aquellos más emblemáticos, reconocidos y con mayor trayectoria.
sarria
Panadería Pallares. Abierta en 1876, el local es una parada obligatoria para los que viven o pasan por Sarria —está en la calle Matías López—. Pilar García Piñeiro es la bisnieta del fundador, y explica que venden absolutamente de todo, aunque confiesa que la larpeira es uno de sus productos estrella. «También triunfan las empanadas, ya que ofrecemos de carne, zorza, raxo, pulpo, sardinas.... todo lo que te puedas imaginar; sin embargo, las que más vendemos son las clásicas, de carne, tocino o liscos», explica la panadera. Panes, empanadas o dulces... el catálogo de la Pallares —y sus mostradores — se antojan infinitos. Un regalo para los paladares más golosos y exigentes.
antas de ulla
Panadería Modesto. Si alguien conoce los intríngulis de su negocio, ese es Jesús Buján, que lleva cuatro décadas al frente del establecimiento, fundado pos sus abuelos en los años 40 del siglo pasado. «Ao día fago uns 350 panes, 100 tortas e roscas e 200 barras», explica Buján, que arranca su jornada laboral a la una y media de la madrugada para empezar a hornear los productos que después despacha él mismo. A Ulloa es su territorio, y el producto triunfa en lugares como Melide.
lugo
Casa Raposo. En pleno barrio de A Ponte, a los pies del río Miño, se esconde Casa Raposo, un lugar con cinco generaciones de historia, aunque la fecha de apertura es difícil de encajar, puesto que de aquellos tiempos —calculan que hace más de 150 años— no quedan escritos. Sandra está, junto con César, al frente del negocio, que ofrece productos artesanales, hechos a mano en el obrador. Aunque Casa Raposo destaca por ofrecer pan natural, artesanal y auténtico, lo cierto es que la pandemia ha destapado su gran capacidad de adaptación: «Nos vimos afectados por el cierre de la hostelería, por lo que decidimos crear la Burgerfox; se trata de una hamburguesa hecha con masa gallega a la que anexamos todas las denominaciones de origen protegidas posibles. La idea es ofrecer Galicia en un bocado, y la verdad es que nos está funcionando porque llegan a lugares como Madrid o Valencia envasadas en una atmósfera protectora, con una caducidad de 15 días», explica Sandra. Fueron sus tatarabuelos los que fundaron el local, que ahora da salida a más de 500 Burgerfox cada semana.
meira
Panadería Muriato. En el centro de Meira se esconde Panadería Muriato, un clásico en la provincia de Lugo que lleva por bandera la empanada de manzana, una especialidad que triunfa entre golosos y que elaboran de forma artesanal cada día.