Álvarez dejó edificios de gran interés arquitectónico y variedad estilística en Vigo entre 1921 y 1963
26 jun 2022 . Actualizado a las 01:29 h.La clave para entender la variedad estilística en la obra del arquitecto Jenaro de la Fuente Álvarez (Vigo, 1891-Madrid, 1963) está en su eclecticismo profesional descrito por el historiador del arte José Ramón Iglesias Veiga. «O seu proceder encádrase nun eclecticismo profesional que lle permite responder ao gusto do cliente e proxectar en tendencias contrapostas», señalaba el experto en la arquitectura historia gallega fallecido hace un par de años.
De la Fuente Álvarez era el hijo de Jenaro de la Fuente Domínguez, el arquitecto, sin título oficial, artífice del ensanche de la ciudad olívica. El hijo sí realizó los estudios superiores en la Escuela de Arquitectura de Madrid, en la que en 1921 obtuvo el título, un año antes de ser nombrado arquitecto municipal. Aunque su obra se centró fundamentalmente en Vigo hay que destacar su trabajo en el diseño de la residencia de estudiantes de la Universidad de Santiago de Compostela, una de las obras cumbre del neobarroco surgido al amparo del regionalismo gallego. Aquella obra estuvo impulsada por un buen número de municipios gallegos, liderados por el Concello de Vigo.
Dentro de su faceta municipal, el arquitecto vigués firmó el proyecto de la plaza de Portugal, que anteriormente era un enorme campo que había quedado sin urbanizar tras la progresiva construcción de edificios en García Barbón y en Urzaiz. También es el autor de la acera volada del Paseo de Alfonso XII, ahora de actualidad tras conocerse que el gobierno local llevará el túnel de la Porta do Sol hasta la urbanización del Barrio do Cura y, teóricamente, potenciará ese espacio.
Entre sus primeros proyectos constructivos, que todavía siguen en pie, se encuentra un inmueble en la calle Uruguay, número 11, que recientemente fue completamente restaurado. Los expertos en historia de la arquitectura encuadran esta forma de construir dentro del eclecticismo academicista. También de esa primera época es el edificio construido para Eligio Prieto en la calle del Príncipe.
En 1926, nuestro arquitecto proyecta otro edificio en la esquina entre las calles Urzaiz y Lepanto. Debido a la columnata que corona la fachada, los vigueses le dieron el nombre de La peineta. Aquí, De la Fuente Álvarez refleja la influencia de Antonio Palacios y de otros autores que están creando en Madrid en esa época.
Dentro de ese eclecticismo clásico se encuentra el Garaje Americano (García Barbón, 28) , un edificio situado en García Barbón que tenía una finalidad comercial, motivo por el que el arquitecto dejó grandes vanos en su parte baja, que actuarían a modo de escaparates. Hace unos años le empotraron encima otro edificio que nada tiene que ver con su fachada, lo que también sirve para comparar a los arquitectos de hoy en día con los de hace cien años..
Aunque ya nada tiene que ver con su proyecto inicial, Jenaro de la Fuente Álvarez también fue el autor del primer campo de fútbol del Real Club Celta. Aquel Stadium de Balaídos fue un encargo de una empresa privada que, años después, vendió el campo al Concello de Vigo. Hoy nada recuerda aquel primer diseño del año 1928.
La permeabilidad de este arquitecto vigués queda patente en el diseño del edificio de la fábrica Albo en la esquina de las calles Jacinto Benavente con La Paz. Ahí, De la Fuente Álvarez opta por el regionalismo más evidente, y lo hace en 1929 cuando estaba inmerso en otro tipo de diseños más eclécticos. Aunque es un edificio comercial, trata la fachada como si estuviera proyectada para acoger viviendas.
Universidad en el centro
La etapa de Jenaro de la Fuente Álvarez en la que muestra una clara querencia hacia los órdenes clásicos está representada por el edificio que acoge hoy en día en Torrecedeira la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Industrial, aunque inicialmente era la Escuela de Peritos. También se encuadra en esta etapa el edificio comercial de la calle Areal, que hoy en día acoge varios establecimientos de copas y oficinas. En este caso, el historiador del arte Iglesias Veiga atribuía su autoría al arquitecto vigués a pesar de que no se ha localizado el proyecto técnico.
A partir de finales de los años treinta y en la década siguiente el protagonista de esta ruta por el patrimonio arquitectónica vigués engancha con el racionalismo, aunque lo hace, como no podía ser de otra forma tras recordar su trayectoria profesional, desde un punto de vista heterodoxo. Es decir, trata de conciliar este estilo internacional tan rompedor con formas más tradicionales de construcción. De este período es el edificio de la plaza de Compostela que hace esquina con la calle Reconquista, justo enfrente al edificio de Correo. Al igual que hizo Francisco Castro con el edificio Sanchón, en Policarpo Sanz, De la Fuente Álvarez empleó en esta obra granito blanco procedente de las canteras del monte de A Serra en Castrelos. A lo largo de los años, el remate de este edificio experimentó un notable y decepcionante modificación.
De este mismo período es la sede de la Escola Universitaria de Estudios Empresariais en Torrecedeira, que originalmente acogió la Escuela de Comercio. Es el caso más claro de estilo racionalista en toda la obra de este autor. En un paso posterior, ya en lo que algunos historiadores del arte denominan período de autarquía, se encuentra el edificio construido para los hermanos Suárez Eire, en la plaza de Compostela, 17. Emplea una estructura de hormigón en el interior y una cuidada cantera en los cierres de los muros. De la Fuente falleció en 1963.