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Un recorrido por el cultivo del mejillón, con descanso en el Caribe gallego

Iago mARTÍNEZ RIBEIRA / LA VOZ

VEN A GALICIA

La embarcación sale cada día de los puertos de A Pobra, Cabo de Cruz o Escarabote

28 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La agenda turística de Barbanza ofrece una ruta náutica por las bateas y las islas de Rúa y Areoso, destinada a poner en valor el cultivo del mejillón. El promotor es Jesús Places, propietario de la firma Oceanic Arousa Tours, vecino de Cabo de Cruz y apasionado por la ría de Arousa, que ha encontrado el apoyo de la concejala de Turismo de A Pobra, Charo Varela, para que cada jueves de julio y agosto la excursión parta de la villa. Será en dos turnos de tres horas, con salidas a las 11.00 y a las 16.00, y un aforo de 12 personas por recorrido. El resto de los días de la semana, la misma ruta saldrá desde Cabo de Cruz o Escarabote.

«Nun principio, esta ruta facíase solo polas bateas, porque a principal misión consiste en ensinar aos turistas como funciona a recollida do mexillón», explica Jesús Places. En la ría de Arousa hay más de 2.000 bateas, que suponen el 70 % de la producción de toda Galicia y un importante motor económico de la zona. Durante la excursión, los turistas conocen la historia de las mejilloneras desde su nacimiento en 1946.

Con la pandemia, la falta de turismo internacional hizo que Jesús Places se reinventase. Su barco es relativamente pequeño y no conseguía llenarlo, por lo que añadió la isla de Rúa a la ruta. «O granito e os liques amarelos chaman a atención. Cóntolles ademais aos turistas historias do faro e dos ricos fondos mariños que ten a illa».

Como último ingrediente, terminó incluyendo la isla de Areoso como colofón del recorrido: «Agora, a última hora da excursión dedícase ao lecer no Areoso, para moitos considerado o Caribe galego pola súa auga cristalina e a area fina e branca».

La ruta es didáctica, con el foco más potente colocado sobre el mejillón, pero tampoco es «de piñón fixo», como dice Places. «Cada día aproveito para amosar aos turistas calquera atractivo da ría, xa sexan outras labores do mar ou mesmo un barco clásico», explica.

Areoso, paraíso masificado

La fusión de las tres excursiones, a las bateas, a la isla de Rúa y a la isla de Areoso, fue clave para el desarrollo de esta ruta. El atractivo paradisíaco de la última parada de este camino ofrece a los turistas una hora de descanso para disfrutar de uno o varios baños.

En la otra cara de la moneda, Places lamenta que la isla se haya visto mermada por la masificación los últimos años. «Agora calquera pode conseguir o chamado ‘titulín’ nun día e manexar un barco de seis metros sen límite de potencia», se queja, alegando además que no se está respetando la isla y que está sufriendo una paulatina degradación. Carece de un control de aforo o de algún tipo de vigilancia. Además, los bañistas se desplazan al islote en sus propios barcos de recreo o motos de agua a elevadas velocidades.

El guía espera que este verano la excursión tenga tan buen recibimiento como el anterior, aunque con precaución advierte que «estas rutas son volátiles; necesitan renovarse a miúdo».

La ruta ha recibido a gente de todas partes de España, sobre todo madrileños, andaluces y vascos. También visitantes extranjeros se suben al barco de Jesús quien espera que, tras la pandemia, aumenten el turismo internacional.

En la ría hay 130 arroaces censados. Los delfines mulares son unos de los principales atractivos de la ruta, y Jesús Places cuenta con un libro donde consta el nombre de cada uno de ellos. Con los turistas suele plantear un juego en el que tienen que intentar reconocer a cada uno por sus cicatrices. «Ás veces, aos turistas fáltalles o tempo de sacar o móbil para capturar aos animais», comenta Places.

La especie está consolidada en esta zona de la costa gallega e incluso en alguna de las rutas se llegaron a ver delfines comunes.