El regalo en su primer encuentro con el monarca y las declaraciones de Feijoo en Granada ponen en valor la Costa da Morte
03 jul 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Además de ser el segundo punto más visitado de toda Galicia, el Cabo Fisterra sigue dando pasos para lograr el reconocimiento de antaño, cuando marcaba el fin de la tierra conocida para los romanos. Lo hace, en parte, gracias a la puesta en valor que están consiguiendo desde las instituciones a través de proyectos, alabanzas y gestos, que no hacen más que engrandecer su importancia como uno de los grandes emblemas de la comunidad. El último, y uno de los más importantes, lo protagonizó el presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, en su primer encuentro con el rey Felipe VI, que tuvo lugar este viernes en el Palacio de la Zarzuela. Allí, el monarca recibió como regalo una réplica en Sargadelos del faro de Fisterra, que agradeció y admitió conocer.
El líder del Gobierno autonómico le invitó además a realizar un tramo del Camiño, que también podría ser el que transcurre por la Costa da Morte, pues Rueda es gran conocedor y divulgador del trayecto hasta Fisterra y Muxía, que realiza cada ciertos meses en bicicleta. De ahí, quizás, su cariño a esta comarca y, sobre todo, al municipio fisterrán, donde se le ha visto disfrutar en varias ocasiones durante los últimos años. Esa admiración por este territorio seguro que también tuvo mucho que ver en la extraordinaria presencia, mientras él era conselleiro de Turismo, que la Costa tuvo en los vídeos Camiña Galicia, que promocionan la comunidad autónoma por todo el mundo.
La mejor puesta de sol
Este detalle del actual presidente de la Xunta se une a la inmejorable divulgación que su antecesor en el puesto, Alberto Núñez Feijoo, le dedicó en Granada hace unas semanas. El máximo mandatario del Partido Popular a nivel nacional, sorprendió con un atrevido halago delante de los oyentes locales: «El presidente Clinton estuvo aquí y dijo que esta es la puesta de sol más bella del planeta. Yo no voy a discutir con él porque nunca vio la de Finisterre». El comentario sembró críticas por parte de algunos por lo que creían un desprestigio al lugar en el que se encontraba. Pero, más allá de eso, es sin duda un mensaje tremendo para poner en valor Fisterra y, por extensión, toda la Costa da Morte como ese lugar en el que muere el sol sobre un mar lleno de heridas por culpa de tanto naufragio. La vista desde el afamado cabo permite además vislumbrar la salida de la luna por encima del Monte Pindo, que alumbra ya de noche la playa de Carnota, reconocida en todo el mundo.