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La Ribeira Sacra ya tiene casi 300 viviendas de uso turístico

Francisco Albo
francisco albo MONFORTE / LA VOZ

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La pandemia ayudó a potenciar este tipo de alojamiento, señalan desde el consorcio

04 jul 2022 . Actualizado a las 10:54 h.

Al arrancar la temporada de verano, en la Ribeira Sacra se hace notar con fuerza el bum de las nuevas fórmulas de alojamiento turístico. En especial las de las viviendas de uso turístico, una categoría que no se debe confundir con la de vivienda turística. Las primeras —que se alquilan por un tiempo sin ser de uso estrictamente comercial— superan de forma aplastante a las segundas, que no tienen uso residencial. Según los datos de la agencia Turismo de Galicia, entre la zona lucense y la ourensana hay actualmente 298 viviendas de uso turístico, mientras que las otras se reducen por ahora a diecisiete.

La fórmula de las viviendas de uso turístico —tanto en este territorio como en otros lugares— ha experimentado un fuerte empuje desde el inicio de la pandemia, aunque ya venía creciendo de una forma notable con anterioridad. «Este tipo de aloxamento tivo unha demanda moi importante nos últimos anos, porque resultou moi apropiado para unha época como esta», apunta la gerente del consorcio turístico de la Ribeira Sacra, Alexandra Seara. «Trátase de alugar vivendas onde non hai que ter ningún contacto con persoas alleas, ao contrario do que sucede nos hoteis e noutros establecementos, así que é normal que este sistema tivese tanto éxito», añade.

En la Ribeira Sacra, apunta asimismo la gerente del consorcio, el auge de la vivienda de uso turístico ha tenido un efecto positivo, ya que animó a rehabilitar numerosas casas abandonadas y en mal estado en las poblaciones rurales. «Está claro que as aldeas están rexuvenecendo esteticamente grazas a este movemento, pero esta cuestión é moi delicada, porque esas vivendas non xeran postos de traballo como o fan os aloxamentos turísticos profesionais», señala.

Confusión en el mercado

Las viviendas de uso turístico, dice asimismo Seara, también pueden generar cierta confusión entre los posibles clientes que no beneficia a las casas de turismo rural. «Moitos desas casas están en zonas rurais, pero son moi diferentes das casas de turismo rural, porque non ofrecen o servizos que dan estes establecementos nin teñen as mesmas obrigacións», aclara.

Una nueva situación para los establecimientos de turismo rural

Ante la oferta creciente de viviendas de uso turístico, los ayuntamientos «deben velar para que haxa unha ordenación e para que esta situación non se nos vaia das mans», según opina Francisco Almuiña, presidente de la asociación Ribeira Sacra Rural, que agrupa establecimientos de turismo rural del territorio. «Non se trata de iniciar ningunha guerra, e hai que recoñecer que este auxe axuda a conservar casas que estaban vacías, pero hai que ter claro que tipo de desenvolvemento queremos para este territorio», agrega.

Almuiña considera por otro lado que los profesionales del turismo rural, ante la situación actual, deben hacer «análise e autocrítica» y preocuparse por potenciar especialmente aquellos elementos «que unha vivenda de uso turístico non pode ofrecer». Las casas de turismo rural, dice a este respecto, «poden ofrecer experiencias que permanecen no corazón dos visitantes, como un trato directo cos veciños ou como a posibilidade de observar de cerca e de participar en actividades do mundo rural, de saborear produtos locais... É moi diferente de limitarse a alugar una casa e coller e devolver as chaves, e iso é algo que debemos ter moi claro», concluye.