La peregrinación marítima más larga de la historia arrancó el domingo su segunda etapa desde Valencia
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La flota de la Iacobus Maris navega ahora rumbo a Sevilla
04 jul 2022 . Actualizado a las 15:56 h.La flota de la Iacobus Maris partió el domingo por mañana desde Valencia rumbo a Sevilla, en la que es la segunda etapa de la peregrinación marítima más larga de la historia, organizada por la Fundación Traslatio con el patrocino del Xacobeo 21-22. Desde el pasado viernes, cuando llegaron a la capital del Turia, miles de visitantes entraron de forma gratuita a las embarcaciones. El comandante del buque escuela italiano Palinuro, Francesco Rima, relataba antes de salir que solo en la jornada del sábado habían contabilizado 2.100 personas a bordo.
Las tripulaciones también tuvieron que volver a poner los barcos a punto, hacer provisiones y descansar. «¡Dormir seis horas seguidas es un lujo!» decía entre risas el capitán del Atyla, Fermín Galán. En el caso de los buques escuela Mircea y Palinuro, de las armadas rumana e italiana respectivamente, ambos recibieron además a los embajadores de sus países en España: George Gabriel Bologan y Riccardo Guariglia.
Sevilla será tras Génova y Valencia el tercero de los cinco puertos que visitará la Iacobus Maris. Hasta llegar allí serán 525 millas náuticas de navegación, incluyendo el cruce del Estrecho de Gibraltar y la subida por el río Guadalquivir hasta llegar a la capital andaluza.
Marisa Maliaño se unió a la Iacobus Maris en Valencia. Con experiencia en vela de crucero, esta es la primera vez que navegará 500 millas, sin paradas y a bordo de un barco de esas características. «La travesía de Valencia a Sevilla tiene el especial interés para mí de subir con todos esos barcos el tramo del Guadalquivir, con ese punto histórico de emular a los antiguos navegantes que lo hacían sin motor y llegaban a Sevilla. Es emocionante imitar ese gesto de nuestros antiguos marineros», contó.
A punto de zarpar hacia Sevilla, destacó especialmente «la tripulación y la compañía… Gente nueva, gente con ganas de estar en la mar, un ambiente estupendo…». No le importa que el barco sea muy austero por dentro y está convencida de que la experiencia «será estupenda porque la tripulación está entregada. Vamos a hacer guardias, ver las estrellas y el cielo de la noche sin contaminación lumínica, ver la costa de este país, que es una maravilla… Yo estoy muy emocionada, muy expectante y con muchas gana».