La ceremonia de Marina, hija de una pareja estadounidense, fue en la capilla de la Corticela y el convite en el hotel Palacio del Carmen
12 jul 2022 . Actualizado a las 09:34 h.Marcela y Girts Graudins dicen que su hija, Marina, fue su «milagro del Camino». La mexicana -que vive en California junto a su pareja, letón- cuenta que en abril del 2019 recorrió el Camino Francés desde Ponferrada. La idea de hacerlo ya le rondaba la cabeza desde hacía años y también llevaban «mucho tiempo buscando tener hijos», relata. Por eso, cuando llegó a Santiago, pidió al Apóstol «que nos hiciera el milagro» y en el otoño del 2020 dio a luz a su bebé. Tan convencidos están de la intercesión del santo que querían bautizar a Marina en la catedral compostelana, una celebración que intentaban realizar desde el 2021 y «por fin ahora se alineó todo» para poder hacer este sueño realidad, dicen.
La ceremonia se celebró en la capilla de la Corticela y acudieron invitados de cinco países: Estados Unidos, México, Letonia, Suiza (de donde es el padrino) y España. Entre ellos estaba Carmen, de Tarragona, a la que conoció Marcela durante su aventura jacobea y no se habían vuelto a ver en persona hasta ahora. Ella y Girts confiaron en Ana García Ventura, del estudio de organización de eventos Minimú Atelier, la planificación de un día tan especial como este. Cuenta la wedding planner santiaguesa que, además de ayudarles con todo el trámite eclesiástico para reservar fecha en la basílica, se encargó del diseño de la decoración del festejo, que tuvo lugar en el hotel Palacio del Carmen.
Los padres de Marcela se imaginaban un ambiente elegante y con mucho estilo, y Ana no los defraudó. «Conté, como siempre, con el mejor equipo de profesionales. Mis clientes me exigen un alto grado de calidad y, para que mis eventos sean los más exclusivos, solo trabajo con los mejores en cada campo, prestando atención a cada detalle. La decoración floral corrió a cargo de Adriá Florería (de Brión), quienes consiguieron el punto exacto de frescura y delicadeza con unas composiciones florales en tonos rosa y melocotón, donde las rosas de jardín fueron las grandes protagonistas. Para elevar el diseño, contamos con JBX (Compostela), que logró con sus lámparas de cristal suspendidas sobre las mesas darle el toque de elegancia y sofisticación que buscábamos. Y, como no hay fiesta sin música, La Gramola Disco, amenizó el evento, con música de diferentes estilos al gusto de los asistentes y no faltó la canción favorita de Marina, la de Pocoyó. Miriam Méndez (Ourense) realizó todo el reportaje fotográfico del bautizo. Y, para Marcela, era muy importante el faldón de bautizo, así que contamos con María Pereira, de Dosel (Santiago), donde le diseñaron y confeccionaron un faldón a medida espectacular», relata la fundadora de Minimú Atelier, quien tuvo ocho meses para organizar el bautizo de Marina Graudins y cuenta que para ella es habitual trabajar con personas extranjeras. De hecho, indica, «el 95 % de mis clientes son de fuera de España».