Emergen los muros de las casas de antaño, así como el viejo puente de la localidad
13 jul 2022 . Actualizado a las 10:53 h.El bajo nivel del agua del embalse de Belesar deja al descubierto el viejo pueblo de Portomarín, aunque en este caso más que a la sequía puede atribuirse a la producción intensiva de electricidad. Así resurge el viejo Portomarín, y es que aunque año tras año a finales de verano el viejo pueblo emerge de las profundidades, las imágenes de los últimos días denotan un aspecto semivacío del embalse que ha dejado al descubierto los muros de las casas de antaño, así como el viejo puente de Portomarín, que quedaron bajo las aguas cuando se construyó el embalse.
Más pueblos sumergidos
Es previsible que en las próximas semanas aparezcan más pueblos, situados en zonas de mayor profundidad, que en su día desaparecieron con la construcción de los embalses. Emergerán, y se descubrirán reliquias como el Castro de Candaz, cerca de la zona de Taboada, y que probablemente este año será visitable ya en el mes de agosto o incluso antes, por lo que no habrá que esperar, como era habitual, hasta finales de septiembre o comienzos del otoño.
Esta bajada del nivel del agua del embalse de Belesar preocupa especialmente a los ayuntamientos puesto que la desaparición de toda la lámina de agua que utilizan para hacer deportes náuticos se traduce en que Portomarín se quede sin sus regatas de vela, tal y como estaba previsto. Asimismo, veraneantes y locales no podrán utilizar piraguas ni pequeñas embarcaciones. Aunque en el embalse de Belesar no hay catamaranes navegando, si el descenso de las aguas continúa acrecentándose y afecta a todos los embalses de manera similar, como pueden ser el de Os Peares y el del Sil, es probable que antes de que acabe el verano tengan que dejar de funcionar las afamadas embarcaciones y se termine así uno de los recursos más demandados de toda la Ribeira Sacra.
Los alcaldes reivindican
Los alcaldes de toda esta zona ubicada al sur de la provincia continúan con su vieja reivindicación y piden a las eléctricas que no vacíen los embalses en época estival, reclamando que esperen al otoño y al invierno, ya que aunque las empresas perciban menores beneficios, favorecerían a aquellas zonas que hace décadas se inundaron, impulsando el turismo local. Por otra parte, los regidores llevan años solicitando compensaciones económicas para contrarrestar la construcción de presas.
Durante todo este invierno se convirtió en atractivo turístico Aceredo, en Lobios, donde el bajo nivel del embalse dejó también al descubierto las construcciones antiguas.