Maluma eligió pulpo y albariño, mientras que The Black Eyes Peas, en otro local, cenaron pescado y bebieron cerveza. Además, tras su concierto se animaron a ver el de Juan Magán en la Pelícano
18 jul 2022 . Actualizado a las 19:18 h.Igual de variado que el cartel del festival Morriña Fest fue la ruta que los artistas que participaron en el evento realizaron en su paso por A Coruña. Desde una pizza pasando por un gastrobar hasta la alta cocina, las opciones gastronómicas de la ciudad son muchas, pero las estrellas del evento musical no tuvieron dudas a la hora de elegir.
En el caso del colombiano Maluma, que encendió el viernes por la noche el estadio de Riazor con éxitos como Hawai, Cuatro babys o Sobrio, cenó antes de su actuación en el Cantón 23 bajo la recomendación del alojamiento en el que se hospedó junto a su novia, y parte de su equipo, y no dudo en hacerse un selfi con los camareros. El de Medellín, con casi 63 millones de seguidores en Instagram, se dejó asesorar y bebió un albariño Granbazán para acompañar los platos: carpacho de berenjena y calabacín, con rúcula y pesto de albahaca; tartar de atún con arroz japonés picante, ensalada de mozarela, tomate azul y canónigos, pulpo de Camariñas con espuma de queso San Simón y ajada, croquetas, y tortilla abierta con paleta ibérica y pan tumaca. «Él no come muchos carbohidratos, pero hizo una excepción. Para el desayuno teníamos previsto hacerle un cruasán de mantequilla y otro relleno con Marcaspone y mermelada, pero lo cambiamos por una tabla de quesos con un poco de paleta ibérica, carpacho de berenjena y calabacín, y huevos fritos con aguacate», explica David Pita, que señala que esa comida «era en principio el único servicio que le íbamos a dar, pero el viernes por la tarde nos llamó su travel mánager por si podían venir a cenar. Estuvieron en una mesa de la terraza cubierta y, aunque vinieron pronto, por el ruxe ruxe fueron apareciendo fans. Se acercó la Policía Local a la puerta, pero todo fue muy tranquilo. La gente muy respetuosa con él y él muy cercano. Después de cenar nos preguntó si le podíamos preparar el cátering para llevarse en el avión el sábado». Para comer a bordo de su jet privado le prepararon unos nem con papada ibérica y gambones, una parrillada verduras y merluza del pincho a baja temperatura con salsa lima y limón.
El grupo The Black Eyes Peas pudo disfrutar algo más de tiempo de A Coruña que Maluma, ya que llegaron el mismo día que el colombiano, el viernes, y se quedaron hasta el domingo. La primera jornada su asistenta contactó con Pablo Gallego para reservar el salón privado del restaurante. «Vinieron todos los del equipo, unos 14. Se enrollaron un montón, se hicieron fotos con todo el mundo y me siguen en mi Instagram personal», señala el cocinero. «Al acabar les pregunté si les pedíamos unos taxis y dijeron que no, se fueron andando, así que imagino que se hospedaron cerca». Muy lejos no estaban, ya que se quedaron en el Meliá María Pita. Al día siguiente Taboo repitió. «Llegó y me preguntó si podía comer aquí. Estábamos ya cerrando, pero le preparé pescado, como el día anterior, y también comió salpicón de marisco». Después de él, se unieron a la comida la encargada de las reservas del grupo y una chica del montaje . «Me dijo que si queríamos ir al concierto y le dije que no podíamos, pero luego le pregunté a mi hija y fue ella con una amiga», relata Gallego, que confiesa que los artistas optaron por cerveza para beber. Y mientras Taboo comía allí, su compañero Will.i.am repuso fuerzas con una pizza de La Saporita.
De noche, tras su concierto en el estadio de Riazor, el grupo se desplazó hasta la sala Pelícano pasadas las dos de la mañana. El grupo acudió a ver a Juan Magán, que actuó desde las 3.15 y con el que se fotografiaron.
