La película de Dani de la Torre pone en valor los paisajes de Lugo y Ourense en la plataforma de «streaming»
21 jul 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Desde el pasado lunes, todos los usuarios de Netflix pueden disfrutar de la Ribeira Sacra y la Serra do Courel —castigada por los incendios— a través de Live is Life, la última película del monfortino Dani de la Torre. Galicia se ha convertido en la localización perfecta para las producciones audiovisuales. En esta ocasión, los escenarios son el área sur de Lugo y algunos puntos de la provincia de Ourense. Como tributo a la tierra del director, el rodaje se llevó a cabo en los municipios lucenses de Pantón, Sober, Quiroga, O Saviñao y Monforte. «En esos mismos lugares corría con mi bicicleta y mis amigos», destacaba De la Torre durante el rodaje. Ourense también tiene su sitio en la película. El municipio de Esgos forma parte de su escenografía, ya que las cámaras pasaron por el monasterio de San Pedro de Rocas.
Sin lugar a dudas, la gran protagonista es la Ribeira Sacra. «Sus paisajes componen un entorno natural espectacular, donde la aventura fluye sola», explicaba De la Torre al hablar de la elección de espacios. En diferentes escenas, los cinco jóvenes protagonistas se encuentran en varios puntos de este enclave, como el Cabo do Mundo, en el tramo del Miño entre Chantada y O Saviñao. «Merecen ser fotografiados por primera vez en el cine», añadía. Las viñas en socalcos, características de esta zona vitivinícola, aparecen como fondo en algunos momentos de la trama. Las grabaciones también se desplazaron hasta las Bodegas Regina Viarum. Los miradorores de Pena do Castelo y de Souto Chao, en Sober, lograron captar la atención del productor, que los incluyó dentro de la escenografía de la película.
Hay otros puntos de interés en Lugo. La aldea de A Míllara recrea el pueblo donde veranea uno de los protagonistas, Rodri. Un inmueble situado en la calle Ourense de Monforte, que albergó la Clínica Raíces hasta la década de los setenta, fue otro de los espacios elegidos. La playa de Cova o el puente de Portotide, que simboliza la entrada a Galicia, son dos localizaciones que aparecen como fondo en algunos momentos de la película.
Esta comedia, que llegó a los cines el pasado 3 de junio y ya se había proyectado en el OUFF, está inspirada en el cine de los 80 y se basa en una historia original del escritor Albert Espinosa: cinco amigos que se reencuentran cada verano en el pueblo gallego de sus padres tienen que enfrentarse a problemas del mundo real que comienzan a aparecer en sus vidas. Con miedo a perder su amistad, planean escaparse la noche de San Juan para buscar una flor que crece en lo alto de una montaña y, según la leyenda, hace que los deseos se hagan realidad.
Esta no es la primera vez que Dani de la Torre recurre localizaciones gallegas para sus películas. Todo el rodaje de El Desconocido (2015), su primera producción, se llevó a cabo en A Coruña. La Sombra de la ley (2018) incluye escenas grabadas en varios puntos de la comunidad, como Monforte y Lugo.
Las diputaciones de Ourense y Lugo apoyaron esta producción. Con estas apuestas, la institución ourensana busca convertir la provincia en un plató de cine.