Los corcubioneses volvieron a vencer a las tropas de Rodrigo de Luna seis siglos después
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La playa de Quenxe volvió a ser ayer escenario del Desembarco, emblemática recreación teatralizada
24 jul 2022 . Actualizado a las 00:50 h.Cae la noche sobre la praia de Quenxe. Las tropas del arzobispo compostelano Rodrigo de Luna desembarcan en la orilla. Con el escaso brillo que ofrecen la veintena de antorchas, ni por asomo se puede entrever lo que les espera en tierra. Las fieras tropas de Corcubión no piensan facilitar el asedio... Y las cuatro mil almas que las vitorean, tampoco. Porque estamos en el 2022 y no en el 1457, y la pandemia ha ejercido de sistema feudal a la hora de llevar el agua hasta el cuello de los vecinos.
La teatralizada versión del hecho histórico del Desembarco fue un auténtico éxito, reuniendo en la noche de este viernes a miles de fieles a lo largo del paseo marítimo desde más de una hora antes del inicio del espectáculo. Sobre las once de la noche comenzó la escenificación y, de repente, se hizo el silencio. El teórico arzobispo obligó el ataque y una vez en el campo de batalla, Gómez de Rioboo se erigió como héroe del pueblo. «Es imposible que un simple aldeano como tú logre vencer al mejor paladín del reino», le dijo el sirviente de Rodrigo de Luna. Y, contra todo pronóstico, en un duelo engalanado con exhibición hípica, el triste vasallo triunfó...
El pueblo de pordioseros, como gritaban los hombres de la Diócesis compostelana, se levantó y, como si el orgullo fuese una moda de vestimenta, cruzó cientos de generaciones para unir al público millenial y a los representantes medievales. Corcubión, con el medievo como excusa, volvió a ser el centro comarcal que un día fue, y los vecinos no dudaron en reivindicar el protagonismo que un día les perteneció. Gritos de Rioboo, noche estrellada, fuegos artificiales y miles de personas alrededor, Corcubión volvió a la Edad Media, a su verdadera grandeza.