El 25 de julio se entregaron compostelas, con lo que en lo que va de año son ya un total de 204.129
26 jul 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Santiago fue ayer una riada de peregrinos en busca de su compostela en el centro de acogida de Carretas, pero el flujo fue notablemente menor que el del domingo, víspera del día grande Santiago y de Galicia. Al cabo de la jornada se entregaron 1.910 acreditaciones, con lo que en lo que va de año, hasta ayer, son ya un total de 204.129, cifra que sitúa al Camino en niveles de récord, toda vez que el peregrino 200.000 se alcanzó este año el domingo, nueve días antes que en el 2019, último año prepandemia y que concluyó con récord.
El catalán Carlos González, que llegó ayer con cuatro amigos en bicicleta desde León, se muestra sorprendido de la gran cantidad de peregrinos que se encontró en el Camino Francés, «sobre todo desde Sarria, donde encontramos multitud». Cansado pero satisfecho con la experiencia, está algo decepcionado por no haber podido entrar en la Praza do Obradoiro a su llegada, debido a los actos de la familia real. Ni recogió su compostela, «aunque tengo el sello de cada etapa», matiza.
Igual que Carlos y sus cuatro compañeros ciclistas, para los peregrinos que no planearon al milímetro su viaje, fue una sorpresa llegar ayer y encontrarse con el Día de Galicia. Laura, Dimitra y Claudia son tres jóvenes de México, Grecia y España. Se conocieron estudiando y decidieron hacer el Camino juntas desde Tui. Pero, aunque llegaron el 25 de julio a Santiago, no sabían que sería el Día de Galicia. Para ellas lo importante era hacer el Camino, no su final. «La unión que se hace con la gente con la que lo compartes, la cantidad de gente que conoces, eso es lo que vale», destaca Claudia.
El Camino también forja amistades. Diana, australiana, y Jennifer, inglesa, se conocieron en Arzúa y decidieron seguir juntas desde ahí. A pesar de ser de un país tan lejano, Diana ya ha hecho el Camino seis veces, y es esta capacidad de conocer a tanta gente y la sensación de crear una comunidad la que la anima a seguir probando la experiencia año tras año.