Siete miradas sobre O Areoso y un punto de encuentro: el tesoro de la ría debe ser protegido

O Areoso es, probablemente, uno de los lugares más hermosos de la ría de Arousa. Es difícil que este islote, con su arena fina, sus aguas claras y esa vegetación dunar que nos hace pensar en el verano, pueda salir mal en cualquier tipo de producto audiovisual. Ayer, Afundación, la obra social de Abanca, presentó en A Illa una pieza de siete minutos de duración en la que la belleza del islote se filtra por doquier (¡es tan evidente!), pero en la que también se muestran las cicatrices que sobre su superficie deja el ser humano. Mascarillas enredadas en la arena, envases, bolsas de dulces, redes, aparejos y un largo etcétera aparecen como testigos de cargo contra esa humanidad que no sabe tratar a la naturaleza. Ni siquiera, a esa naturaleza que ella misma ha declarado como merecedora de un cuidado y de una protección especial.

Es normal que el vídeo de Abanca, desarrollado en el marco del programa Plancton, deje ver las pequeñas cicatrices sobre O Areoso. A fin de cuentas, este no es un vídeo promocional del Caribe gallego, todo lo contrario: es un trabajo en el que se ha dado voz a expertos en campos muy diversos para que ayuden al público a entender qué hace de O Areoso un lugar que merece la pena salvar. El vídeo hará, en el fondo, un trabajo casi pedagógico: aunque no ha llegado a tiempo para este verano, la Xunta está ultimando el plan de usos del islote, que establecerá un cupo de visitantes diario.

«La conservación de O Areoso es perfectamente compatible con su uso turístico, pero sujeto a unos límites», explicaba ayer Pilar Alves, Coordinadora de Responsabilidad Social de Afundación. A través de proyecto Plancton, Pilar es una de las muchas personas que han participado en las tres jornadas de limpieza realizadas en el islote, que han servido para dejar constancia de la grave situación en la que este se encuentra.

De ella sabe, y mucho, Ramón Blanco-Chao, profesor de Xeografía en la Universidade de Santiago de Compostela y autor de un estudio sobre el proceso de erosión acelerada que sufre el islote. Él mismo explica en el vídeo que Areoso es un sistema «sensible e fráxil», en el que se registran unas tasas de erosión muy altas desde finales del siglo pasado. «Dende os anos oitenta está nunha fase erosiva que se acentuou moito», especialmente desde que el número de visitantes que se acerca a la isla creció de forma exponencial: antes, era un espacio «reservado» para vecinos de A Illa. Ese incremento de visitas puede ser un «factor añadido», y quizás también determinante, capaz de empeorar las fases erosivas que está experimentando el islote de forma natural. Así que minimizar el impacto de esas visitas es crucial para que el islote siga teniendo futuro.

Lo que tiene, desde luego, es mucho pasado. De ello hablan en el vídeo dos buenos conocedores de la isla, el divulgador Manuel Gago y el arqueólogo de la Xunta Xosé Ignacio Vilaseco. Gago considera que es necesario compaginar el uso turístico de Areoso con las tareas de investigación y de preservación del islote, un lugar que cuenta con incalculables valores arqueológicos. De la misma opinión es Xosé Ignacio Vilaseco Vázquez, arqueólogo de la Xunta de Galicia. El islote, explica este, es casi una cápsula del tiempo, una imagen «parada durante 2.000 anos», tiempo durante el cual la arena ha protegido las huellas que allí dejaron quienes la habían habitado —quizás no todo el tiempo, quizás a intervalos— durante los 4.000 años anteriores. «Foi na etapa romana cando, por algunha razón, deixaron Areoso», explica Vilaseco, quien recalca que en el islote no solo hay cuatro mámoas que nos han permitido aprender muchas cosas gracias a su conservación, sino «moitísimo material arqueolóxico variado, como os únicos cuncheiros que se conservan en Galicia de época anterior á dos castros».

Areoso ha sido una cápsula en el tiempo y también ha funcionado como una cápsula de biodiversidad: un puerto seguro para especies como la gavia, el gavión y el chorlitejo, tres aves que anidan en la duna del islote que destaca, en el vídeo, Pablo España, del Servizo de Patrimonio Natural de la Xunta de Galicia en Pontevedra.

El patrón mayor de A Illa, Juan José Rial, también participa en el vídeo y también estuvo ayer en el encuentro celebrado con motivo de su presentación. Rial, que agradeció el trabajo de limpieza desplegado por el programa Plancton, destacó la importancia que O Areoso tiene para el sector del mar arousano, ya que siempre ha sido un buen banco de cría de distintos tipos de especies. Sin embargo, la presión turística también está cambiando eso: «Os barcos entran sen control e os desoves non pegan ben no fondo, porque se removen», sentencia. Proteger O Areoso es crucial para el sector, pero también «para o resto da xente».

Cuidarlo es una tarea conjunta, y así lleva años defendiéndolo la concejala de Medio Ambiente en la tierra de los carcamáns, Gabriele Frein Von Hundelshausen: «O Areoso forma parte da idiosincrasia da Illa».

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