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Albariño, el único vino que se bebe para recordar en lugar de olvidar

Serxio González Souto
Serxio González CAMBADOS / LA VOZ

VEN A GALICIA

Una estrella gallega de la NASA, una nariz privilegiada, el alcalde y una gran bodeguera ganan sus capas en Cambados

07 ago 2022 . Actualizado a las 21:30 h.

El albariño es el único vino al que una uva da nombre, por encima de zonas de producción y rigores enológicos. En puridad, lo que se elabora en las cinco subzonas que configuran la denominación son vinos Rías Baixas, independientemente de que algunos de ellos sean monovarietales, en los que únicamente interviene la uva albariña, o sean fruto de un acertado maridaje entre cepas de distinto linaje. De momento, aunque las bodegas intentan torcerle el pulso, lo que el acervo popular aprecia es el albariño, y por algo la celebración vinícola más antigua de Galicia, a la que únicamente Jerez supera en veteranía, se denomina Festa do Albariño y se desarrolla cuando agosto amanece en la noble villa de Cambados, sin que por ahora nadie haya explicado con coherencia por qué la sede del más internacional de los vinos gallegos no abre sus puertas aquí, sino en Pontevedra.

Este es, sin embargo, otro debate, que requiere espacio y consideraciones muy diferentes a las que animan estas líneas. El asunto es que allá van 70 ediciones y Cambados culminó el domingo diez días de parranda, después de dos años a la sombra de la pandemia. Las multitudes que se abalanzaron sobre el casco histórico no solo demostraron que la gente tenía muchas ganas de fiesta. Sometieron, también, a la organización de los festejos a una prueba de estrés que supieron resolver bien resuelta, frente a resistentes bulos sobre pinchazos y alguna que otra agresión botella en mano.

Más allá del encuentro popular en las calles y plazas, el turno era para el protocolo. El Serenísimo Capítulo do Viño Albariño imponía sus distinciones de nuevas damas y cabaleiros a Begoña Vila Costas, astrofísica de la NASA; José Luis Aragunde, enólogo y campeón del mundo de cata por equipos; María Sineiro, bodeguera de Meis; el periodista Joaquín Manso; y el alcalde de la villa, el socialista Samuel Lago, que ejerció como anfitrión y subrayó el trabajo del concejal de Cultura, Tino Cordal, para que todo fuese como tenía que ir.

El Gran Maestre de la orden no es otro que Alberto Núñez Feijoo, quien acudió a la cita flanqueado por el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, que hace tiempo luce su capa de cabaleiro. Como Juan Gil, el máximo responsable de la denominación, Feijoo tuvo un recuerdo para los incendios que asolan los montes del país. Y recuperó unas razones que se le atribuyen a Álvaro Cunqueiro, uno de los valedores históricos de esta fiesta fenomenal: «El albariño no se bebe para olvidar, sino para recordar».

Tras el Xantar Popular se desvelaron los tres mejores rías baixas de la añada 2021: Davide, de Enoturismo Acha (Baión, Vilanova de Arousa); Castel de Fornos, de Bodegas Chaves (Ribadumia) y Veiga da Princesa (Arbo).