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El enviado del papa a Santiago pide la implicación de los jóvenes por la paz

Leila Fernández / s. l. SANTIAGO / LA VOZ

VEN A GALICIA

Sandra Alonso

El cardenal Augusto dos Santos Marto protagoniza los actos finales de la PEJ

07 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Diversas autoridades locales y autonómicas, además de los participantes de la Peregrinación Europea de Jóvenes 2022 (PEJ), recibieron ayer en Santiago al cardenal António Augusto dos Santos Marto, enviado por el papa Francisco para el evento que se ha celebrado esta semana en la ciudad con motivo del Año Santo. A las 12.30 horas, el obispo emérito de Leiria-Fátima fue recibido en el atrio de Bonaval, donde le dieron la bienvenida el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, el alcalde Xosé Sánchez Bugallo, el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, y el presidente de la Conferencia Episcopal, Juan José Omella, además de un grupo de eclesiásticos.

Sandra Alonso

Un tema recurrente en los discursos de todos ellos fue la fe de los jóvenes, a quienes el cardenal instó a enviar «una señal clara»: «Somos el presente y el futuro de la Iglesia y del mundo, queremos la paz, y haremos todo lo posible para trabajar por ella», afirmó. António Augusto dos Santos Marto reconoció que esta peregrinación tiene un significado excepcional, debido al contexto histórico actual, con dos escenarios que definió como «relevantes y desafiantes». Al escenario mundial, que «vive el drama de la pospandemia y la guerra a las puertas de Europa», se suma el escenario eclesiástico, con una Iglesia «llamada a una reforma evangélica y al descubrimiento de nuevos caminos, métodos, medios y lenguajes para el anuncio del Evangelio a un mundo nuevo en ebullición».

Sandra Alonso

Con este «mundo nuevo» el cardenal se refería a la nueva generación de jóvenes religiosos, que esta semana ocupó la capital gallega. «Es consolador ver que aún hay muchos jóvenes que son movidos por la fe», apuntó el cardenal, que dijo estar impresionado por el bullicio que trajo la juventud a Santiago. El presidente Alfonso Rueda también agradeció la presencia de estos doce mil jóvenes en la ciudad: «Hacen lo que tienen que hacer los jóvenes: inundar de alegría los lugares en los que están». Asimismo, aseguró que «Galicia es un pueblo que os valora» y que todos los peregrinos deben ser debidamente recibidos. Tanto Rueda como el alcalde de Compostela, Xosé Sánchez Bugallo, hicieron referencia a las críticas sobre la masificación de la ciudad en estos días: «Han cambiado la vida de la ciudad, han ocupado parques y plazas. No podíamos esperar otra cosa, son jóvenes», afirmó Bugallo. El regidor compostelano aseguró que «es posible que algunos se quejen, pero muchos los echaremos de menos cuando se vayan».

Tras concluir el acto en la iglesia de San Domingos de Bonaval, las autoridades y peregrinos —algunos de ellos portando la cruz de los jóvenes— salieron en procesión por las calles de una abarrotada Compostela, hasta la Catedral de Santiago, acompañados por la agrupación folclórica Colexiata do Sar. Para finalizar la bienvenida, los presentes bajaron a la tumba del Apóstol para saludar al santo, antes de comenzar el acto litúrgico.