El regreso de la fiesta reunió a centenares de personas durante todo el día
08 ago 2022 . Actualizado a las 08:43 h.O Pino se reencontró con su embajador: el galo piñeiro, que llegó desde diferentes puntos de Galicia después de dos años de ausencia para mostrar que sigue resistiendo y que no cesa en su empeño para ser reconocido oficialmente como raza autóctona. Ni el abrasador calor impidió a sesenta ejemplares brillar bajo la atenta mirada de los centenares de visitantes que no quisieron perderse el regreso de la fiesta ni el de la Mostra Cabalar, además de otras propuestas lúdicas, musicales y expositivas que a lo largo de la jornada llenaron de actividad las calles de O Pedrouzo.
Los dos últimos años no fueron fáciles para el galo piñeiro. «Non houbo exposicións, reducíronse as vendas e houbo xente que deixou de criar», explicó José Ramón Cillero, de la asociación Agalpi, que lleva años trabajando en la recuperación de esta especie. Por ello toman todavía más valor los esfuerzos por preservar las características de estas aves de sabor intenso y criadas de manera tradicional. Y en este regreso, el trono como mejor animal de la exposición fue para un ejemplar criado por Lucas Magadán en O Pino. Este productor del municipio anfitrión también se alzó con la primera posición tanto en la categoría de galos piñeiros como en la de gallinas. En el caso de los machos, la segunda y tercera posición fueron ocupadas por aves de Diego Maroñas, de Santa Comba; mientras que en la categoría de gallinas, el segundo y tercer puesto recayeron en ejemplares de José Ramón Cillero, de Vila de Cruces. De juzgar a los 60 ejemplares se encargó Guillermo Vega, juez nacional de Fesacocur. Además, la exposición monográfica de O Pino también fue aprovechada para avanzar en una nueva variante de color —aperdizado asiático—, para sumarla a las ya reconocidas ancestral y blanca.
Por otra parte, también hubo galardones para galos de corral. El ejemplar vencedor es de la criadora Carme Barral, mientras que el segundo clasificado pertenece a Daniel Rojo.
El delegado de la Xunta en la provincia coruñesa, Gonzalo Trenor, encargado de ofrecer el pregón de la fiesta, se comprometió a trabajar para que el galo piñeiro «sexa recoñecido como raza autóctona a non máis tardar». Por su parte, el alcalde, Manuel Taboada, destacó la recuperación de la cita y tuvo palabras de agradecimiento, entre otros, para Agalpi y criadores, «ao ser imprescindibles para manter este símbolo de O Pino».
El ave criada de manera tradicional fue protagonista en la mesa. En la degustación se repartieron medio millar de raciones de gallo guisado. Después, un millar de personas participaron en la comida popular. En total, el restaurante A Magdalena de Castrofeito, encargado de su elaboración, preparó más de mil kilos para reconquistar a los asiduos, como Pablo la Rosa, de Lestedo: «Vine todos los años. Es la mejor fiesta de Galicia»; y sumar a la causa nuevos paladares, como el de Eva, de Bilbao, que acudió por primera vez. «Está rico, rico», afirmaba tras probar una ración. Los animales ofrecidos en la degustación son criados en lbertad con trigo y maíz como alimentación, lo que deja una carne más consistente, lo que obliga a mayores tiempo de elaboración, en este caso, entre hora y media y dos.
Durante la jornada otro de los focos estuvo en la Mostra Cabalar, con centenares de equinos. No faltó la música con Ruth Cundíns y la charanga NBA, así como la muestra de artesanía.
Por otra parte, en el marco de la fiesta, la artesana Ana Rosa Liste hizo entrega al alcalde de un gaiteiro realizado con encaje de bolillos.