Sharleen Spiteri cerró el concierto con un clásico de Elvis Presley
11 ago 2022 . Actualizado a las 10:42 h.I Don't Want a Lover provocó la irrupción de Texas a finales de los años ochenta en las listas de ventas de medio mundo. Quizá por ello, la banda escocesa escogió esa canción para iniciar anoche su actuación en la terraza del auditorio Mar de Vigo, como queriendo recordar el origen de todo pero, al mismo tiempo, situándolo en su verdadero lugar.
Sharleen Spiteri y sus compañeros de armas iniciaron así un recorrido por treinta y cinco años de canciones con mayor o menor repercusión entre el gran público, pero todas ellas tamizadas por la sensual voz de la cantante, que sigue siendo adecuada para el pop más roquero y también para introducirse en el soul.
En el concierto de Vigo, al anochecer, prácticamente los once álbumes de Texas estuvieron representados (desde Southside, de 1989, hasta Hi, un trabajo publicado el pasado año y que tiene una canción homónima) ante un público animoso y entregado, que casi agotó las cerca de mil entradas.
Como ha hecho en todos los conciertos de su actual gira, Texas entregó a los asistentes catorce canciones iniciales, para completar el recital con dos bises.
Los músicos escoceses mostraron su sorpresa por el escenario donde se desarrolló el concierto, con la ría y el adiós diario del sol de fondo. Quizá por ello, el público no quiso perder la ocasión de estar presente en tan singular momento.
La primera tanda de canciones, que incluyó una invitación al baile femenino por parte de Spiteri, concluyó con uno de los momentos cumbres de esta formación, Say What You Want, un medio tiempo fantástico que no desmereció nada en directo.
La parte de los bises supuso una sorpresa para el público porque concluyó con Suspicious Minds, escrita por Mark James, pero encumbrada por el mítico Elvis Presley. Un gran final para un gran concierto, en el que se reunieron buenos músicos y buenas canciones. Qué más se puede pedir.