Cuando la comisión eres tú: ¿Cómo se organizan las fiestas de pueblo?
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Detrás de las celebraciones hay una comisión que se encarga de trabajar para que todo salga bien
15 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.«A comisión de festas de Bértoa chámase Rogelio Queijas. É o meu nome porque non hai ninguén mais. Solo son eu». Cargado de ironía y humor, este vecino de la localidad carballesa explica como, «por un capricho persoal», decidió recuperar una tradición que llevaba parada desde el año 2016.
«Fastidiábame que unha parroquia de case dous mil habitantes non tivera o seu momento de celebración», explica Queijas. Para él, estar solo al frente de la organización nunca fue un impedimento. Sin pensarlo, como una reacción espotána, comenzó a planificar. «Non fan falla vinte persoas para poñer a funcionar unha comisión. Desde logo que vou seguir facendo esto. Polo menos, ata que alguén me releve», indica
Su idea, además de funcionar como un servicio al pueblo, nacía de un deseo personal. Admite no perderse ni una verbena. Al otro lado del teléfono, comienza a enumerar todas las que ha pisado este verano: Sísamo, Carballo, Sofán, Verdello. «Da última aínda teño a voz fastidiada. É o que ten beber a copa fría», bromea. La afición mueve su conocimiento y el trabajo de campo lo facilita.
De las celebraciones de alrededor coge ideas. Por ejemplo, a la hora de planificar las formaciones: «Como vou a moitas, sei o que se pode facer e o que non. Sempre hai que levar a unha orquesta para xente maior coma min, porque tamén temos que desfrutar». Además, cree importantes las gaitas, una buena sesión vermú y carteles vistosos. La máxima, la del más es más. «Cantas mais cousas traias á parroquia, mellor».
No obstante, planificar unas fiestas no es tarea sencilla. Sobre todo si se celebran el día quince de agosto, como las de Bértoa. «É o día mais grande», explica Queijas. Son las fechas de la Asunción y el San Roque. Sin ir más lejos, en Galicia se cuentan más de 200 eventos, incluyendo fiestas patronales, parroquiales o gastronómicas.
Una de las muchas, las de Torás, en Laracha. José Campos, miembro de la comisión, explica que los preparativos comienzan desde meses atrás. Sobre todo las contrataciones de las orquestas, muy concurridas para esas fechas. Repartidas en los cuatro días que duran las fiestas, por Torás ha pasado Finisterre y pasarán Compostela, Panorama y Fania Blanco Show.
Desde la comisión siguen el siguiente proceso: primero se reúnen y, entre todos, estudian las posibilidades. A partir de ahí, teniendo en cuenta el factor económico, planifican las actividades y llaman a los agentes de las orquestas. Esto, a un año vista.
En su comisión son entre seis y siete personas. Otras, sin llegar al caso de Bértoa, cuentan con menos participación. En las de Parga, Guitiriz, son tres. Paula Sanjuan, miembro de la organización, se define como «unha mais». En la comisión no hay cargos establecidos, sino que cada una hace lo que puede. «Levámolo moi ben porque traballamos un pouco en todo». Otro ejemplo de que para organizar unas fiestas no hace falta ser multitud.
Algo más son en las de Carballido, entre diez y doce personas. Cuenta Simón Maseda, vocal de la comisión, que reparten los puestos «como pueden»: uno se encarga del papeleo, otro de gestionar las subvenciones, otro de montarlo todo. «Eu son o que inventa bastantes cousas», indica en referencia al lugar que ocupa. Entre ellas, la idea de aparecer en los programas Vaia Troula y Quen anda aí, que recorren las fiestas de Galicia. «Era unha ilusión que tiña. Tiña ganas de que viran aqui desde fai moito, e este ano por fin o conseguin. Na churrascada hai moita xente, e quería que iso o vera toda Galicia, que quedara inmortalizado para sempre».
A parte de las características compartidas -orquestas, atracciones, sesión vermú-, cada una tiene su particularidad. La suya es una churrascada. El año pasado sirvieron aproximadamente unas mil raciones y este esperan servir aún más.
La particularidad de las de Parga eran unos fuegos artificiales que este año debido a problemas económicos no pueden hacer. «Non todos os anos dispoñemos dos mesmos cartos. É algo que vai variando», dice Paula Sanjuan. Por el resto, asegura que funciona como todas las fiestas. Una tradición tan consolidada que cuenta con identidad propia. Todo el mundo sabe como es una verbena.
Llamando de puerta en puerta en busca de financiación
Una de las principales odiseas a la hora de organizar las fiestas es conseguir financiarlas. Para ello, las comisiones recurren a métodos variados, desde lo que aporta el sector público hasta ayudas de los vecinos. Explica José Campos, presidente de la comisión de fiestas de Torás, que de ello depende la organización completa: al comenzar a planear un año antes para poder disponer de las orquestas, las decisiones que se toman giran en torno al factor económico.
Desde la comisión de Torás, además del dinero que consiguen del ayuntamiento, trabajan con empresas y, el método de toda la vida, «llamando de puerta en puerta».
En las fiestas de Carballido, en Alfoz, parte de los beneficios llegan de lo ganado con la churrascada. El año pasado, con la pandemia aún dictando restricciones, llegaron a servir cerca de mil raciones. Cuenta Paula Sanjuán que para financiar las de Parga, en Guitiriz, recurren a métodos como la venta de camisetas u otras actividades. También, como no, una parte importante es la ayuda de los vecinos.
Son numerosos los métodos empleados para ganar el dinero que sustenta las fiestas. El objetivo, que miles de habitantes puedan disfrutar de su día de celebración po todo lo alto.