Samil, las Cíes y el Celta ocupan el podio de lo más fotografiado en Vigo

Las redes sociales se han convertido en las protagonistas de nuestro día a día. Sacar el móvil para grabar un stories o publicar una fotografía en cualquier contexto y lugar es casi un acto reflejo en la sociedad moderna. De hecho, según datos del 2021 del Instituto Nacional de Estadística (INE), solo en España, 28 de las 35,8 millones de personas de entre 12 y 70 años utilizan alguna plataforma. Vigo está subida a esa ola: los posados e instantáneas en todo tipo de enclaves se suman por cientos de miles vía online y, a la postre, proyectan la imagen de la ciudad fuera de ella.

En Instagram, la red social de moda junto a Tiktok, #Vigo alcanza los 2,1 millones de publicaciones. Los lugares más trendy y que ocupan los primeros puestos, a amplia distancia de sus competidores, son la playa de Samil (78.500 fotografías), el archipiélago de las islas Cíes (72.000) y el Real Club Celta (59.800).Les siguen lugares como el reciente centro comercial Vialia o el emblemático mirador del Castro, aunque también muchos puntos de los alrededores de la urbe comienzan a abrirse hueco en la red social (el banco de Cedeira, en Redondela, y la escultura de los pulmones en Chandebrito son solo dos ejemplos).

«Vigo no es que tenga lugares poco valorados, sino más bien poco conocidos y ahí es donde entran en juego las redes, que son las que pueden cambiar esto», explica el fotógrafo Pedro Fernández desde su perfil en la aplicación. Pone como ejemplo Cabo Estai, los miradores del monte Alba o el Alto da Bandeira, que tiene unas vistas alucinantes. Si te va más el senderismo, a un paso del centro se encuentra la ruta del río Eifonso», enumera este profesional apasionado del paisaje.

Si las redes sociales se pueden definir como estructuras digitales compuestas por un grupo de personas que comparten intereses, relaciones y actividades en común a través de ellas, está claro que, a través de estas plataformas, los usuarios muestran sus preferencias de consumo de información a la vez que se relacionan entre ellos.

El estudio anual de IAB Spain del 2022 asegura que «Whatsapp, Instagram y Facebook siguen siendo las redes sociales con mayor uso a nivel nacional. Además, por primera vez, Instagram supera la barrera de los 20 millones de usuarios - 24, concretamente -, desbancando a Facebook, aunque aún lejos de Whatsapp». A nivel global, la red social de imágenes fundada por Kevin Systrom y Mike Krieger se consolida en una cuarta posición con 2.000 millones de usuarios (de acuerdo a fuentes extraoficiales de la compañía).

Según el VIII Informe elaborado por el Departamento de Investigación de la empresa The Social Media Family con datos extraídos de las plataformas digitales y de los internautas en los últimos meses, Instagram cuenta en la ciudad olívica con un total de 190.000 perfiles, 40.000 más que hace dos años. «Cada vez más personas utilizan la aplicación, ya no solo los millenials o la generación Z, sino también su padres y los amigos de sus padres. No es como si ahora fuese a convertirse en Facebook, simplemente se está dando un trasvase de usuarios de una red social a otra», reflexiona Marta Míguez, estudiante de Publicidad y Relaciones Públicas, vía dm (mensaje directo).

Vigo ya no solo es física, también es en buena medida digital. Al menos a la hora de proyectarse. Millones de imágenes, comentarios o likes construyen sus calles y avenidas en la nube.

Visiones de la urbe olívica a través de las redes en Barcelona y Madrid o desde dentro 

«Yo, si me dicen Vigo, pienso en la foto viral del alcalde con Jared Leto en el 2019. O en los memes de estas semanas criticando que Caballero inició la instalación de las luces de Navidad. ¡En pleno agosto y con esta inflación!», dice la usuaria de Twitter Paula Robaina desde Madrid. Por el contrario, el barcelonés Diego Simón comenta vía Instagram: «Yo desde que empecé a seguir a las Tanxugueiras y ver sus historias me apetece más ir a Galicia. ¿Vigo? Pienso en las Cíes, en el mar, en una buena mariscada. Me parece un lugar para relajarse y disfrutar de su vida social».

La imagen de la ciudad olívica se moldea en Internet conforme las diferentes lentes por las que los creadores de contenido deciden observarla. Algunos recalcan sus virtudes, otros sus debilidades. Un lugar de ensueño para unos o un infierno de turborrotondas y continuas obras para otros. En esa imagen destaca la labor de los influencers y famosos como el actor vigués Pedro Alonso (Berlín en la serie La casa de papel) o la joven youtuber Rebeca Stones.

Sin embargo, nadie conoce la ciudad como aquellos que viven en ella. «A muchos les preguntas y te dirán cosas míticas, como los dinosetos, las islas Cíes o el estadio de Balaídos. Yo tengo otra imagen de Vigo en redes: la que mi sobrino decide compartir cuando, después de varios días fuera con la familia, baja por la autovía hacia mi casa. De pronto, la carretera se abre y ves el mar y todos y cada uno de los edificios. Haces zoom y reconoces Navia o el antiguo hospital Xeral. Es algo muy especial», dice Susana Lorenzo, que reconoce vivir en la ciudad desde hace más de cincuenta años.

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