Heredeiros y lo mejor del panorama folk revivieron la Carballeira de Zas
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Era la primera edición de la era post-covid y la primera con el distintivo de Fiesta de Interés Turístico, y la Carballeira de Zas supo estar a la altura de las expectativas. Celebrada en un entorno natural privilegiado, en plena Terra de Soneira, la trigésimo séptima edición de uno de los festivales folk más longevos e importantes del país arrancó el viernes con un baño de multitudes para disfrutar de la irreverencia de Heredeiros da Crus, que se estrenaba en la cita zasense en el marco de su gira de 30 aniversario.
A Banda da Loba y Mileth completaron el cartel de la primera noche, y el sábado la actividad comenzó ya a mediodía con feria de artesanía, demostraciones, apartado gastronómico y una sesión vermú encabezada por Xabier Díaz e Adufeiras de Salitre. La masiva asistencia diurna se prolongó a la sesión nocturna, que amenizaron Deira, Xisco Feijoó, los escoceses Rura y Sondarrúa, que con su característico rap gallego pusieron el broche a una edición «histórica», según describió la organización de la Carballeira de Zas. El cambio de fecha (una semana más tarde), dicen, fue un acierto.