Viveiro se cita con Mikel Erentxun antes de iniciar la subida a San Roque

Viveiro entra de lleno en sus fiestas patronales. Ayer, el escritor Ramón Pernas fue el encargado de la lectura del pregón, en un acto en el que participó la Banda de Música O Landro. Fue la de ayer una jornada intensa, marcada por el buen tiempo, en un Viveiro que rebosa actividad y es un hervidero de gente, con la feria del libro y la de artesanía en marcha, con la actividad de los gigantes y cabezudos (ayer desfilando con la agrupación de Bágoas da Terra), la 36 edición del festival de corales (actuaron el Coro Polifónico Entenza de Salceda de Caselas, la polifónica de Tapia, el coro San Andrés «Sergio Domingo», de El Entrego, y Alborada de Viveiro) y la verbena que amenizó América. Y así se afrontan dos días, hoy y mañana, en los que Viveiro celebrará la festividad de Nuestra Señora (este lunes) y a San Roque (el martes).

Hoy es un día grande en Viveiro. Tras el paréntesis de la pandemia vuelven los actos tradicionales, ya sin restricciones. A las 11.00 horas se oficiará la misa en la iglesia parroquial, con la asistencia de autoridades, a la que seguirá la procesión. A las 12.00 comenzará la XLIV Gran Tirada Concello de Viveiro y media hora después los gigantes y cabezudos volverán a salir a la calle, con el grupo de Bágoas da Terra. A las 13.00 horas, la Banda Municipal de Música ofrecerá un concierto en la plaza de A Fontenova. Por la tarde, tras la disputa de la sexta regata de la Liga Provincial de Piragüismo, a las 17.00 horas habrá un pasacalles con la charanga Santa Compaña. En clave deportiva, a las 19.00 horas comenzará en Cantarrana el partido que enfrentará al Viveiro y al Racing de Ferrol con el trofeo Cidade de Viveiro en liza. Y así se llegará a uno de los actos centrales de las fiestas, el concierto de Mikel Erentxun, en la plaza Maior y con entrada gratuita (23.00 horas). Será el precedente para lo que vendrá, ya de madrugada, con la tradicional subida al monte de San Roque, que parece que va recuperando su sentido original con, además de pandillas de jóvenes, familias que cada vez en mayor número acuden por la mañana para, a partir de las 10.00, asistir a los actos en homenaje al patrón de Viveiro y, ya desde antes, degustar chocolate con churros. El monte de San Roque se convierte así en punto de encuentro de varias generaciones de viveirenses.

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