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El tren turístico se gana a los visitantes: «A los niños les hace mucha ilusión»

Lucía roibás / s. l. SANTIAGO / LA VOZ

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MALENA FERNÁNDEZ

El servicio amplió sus frecuencias en julio y agosto para atender la elevada demanda

17 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Una manera fácil, rápida y atractiva de descubrir todos los rincones de Santiago. Es lo que ofrece el tren turístico, que cumplió este año tres décadas en marcha convertido en un emblema de la ciudad, y que cada vez seduce a más visitantes que buscan una forma diferente de hacer turismo a su paso por Compostela.

La llegada de la temporada estival, unida a la gran afluencia de visitantes que está recibiendo la ciudad durante este bienio Xacobeo, disparó la demanda y obligó a aumentar la frecuencia de viajes durante la última quincena de julio y todo este mes de agosto, además de retrasar la hora de partida del último tren hasta las 20.30, como es habitual en verano. «Vamos adaptando los horarios al flujo turístico que haya en cada momento», explica Sara, vendedora de billetes y copiloto en una de las locomotoras.

En este momento del año es cuando más triunfa la iniciativa, porque el buen tiempo anima a subirse al tren a quien ni siquiera conocía su existencia. «Lo hemos visto de casualidad y no sabemos muy bien por dónde nos va a llevar, pero vamos a probar, a ver qué tal», cuenta Sergi, llegado de Tarragona, al que acompañan sus dos hermanos. Aunque se pueden hacer reservas a través de la página web para un máximo de 20 personas y hasta 48 horas antes de la salida del tren, es precisamente el azar lo que conduce a la mayoría de turistas a decidirse por esta opción para dar una vuelta por Santiago. «No teníamos pensado subir, pero como tampoco tenemos ganas de seguir caminando... al final seguro que compramos el billete», bromea un matrimonio procedente de Ponferrada.

Según apuntan desde Autocares Rías Baixas, la empresa concesionaria del servicio, ese es uno de los principales motivos por los que los turistas se deciden a recorrer la ciudad en tren. «Tenemos sobre todo a mucha gente mayor y con problemas de movilidad, a la que le cuesta andar. Así pueden ver la ciudad sin cansarse, les da mayor facilidad», aclara Sara. Otro de los perfiles más habituales es el de familias que buscan disfrutar de Compostela relajadamente, sin tener que hacer grandes distancias a pie, por lo que incluyen el recorrido entre sus planes. «Subimos porque a los niños les hace mucha ilusión. Hoy no tenemos mucho que hacer, así que esta es una buena opción», comenta una pareja de Barcelona, acompañada de sus hijos.

Por el contrario, quienes apenas viajan en el tren turístico son los peregrinos. Para contrarrestar esa tendencia y dar a conocer la atracción entre los que entran a pie en Compostela, la empresa regala cinco billetes a los primeros cinco romeros que lleguen a la praza do Obradoiro cada día. La única condición para obtener uno es mostrar la credencial con sus sellos correspondientes, para poder acreditar así que han completado el Camino.

Dos maneras de ver la ciudad: desde la ruta clásica a los parques

De larga tradición transitando los lugares claves de Santiago, el tren turístico ofrece un recorrido de 45 minutos, brindando una panorámica de la ciudad a todos aquellos que busquen ir más allá de los tradicionales atractivos turísticos. Siempre equipados con una audioguía, los pasajeros pueden escoger entre dos itinerarios. Uno de ellos, el más clásico, tiene como punto de partida la praza do Obradoiro y durante su recorrido pasa por el casco histórico y el extrarradio, e incluye también las zonas universitarias.

Además de ser la que más tiempo lleva en funcionamiento, esta ruta es también la más demandada a diario. «El trayecto nos pareció interesante porque queríamos profundizar un poco más en las zonas que no habíamos visto», explica recién bajada del tren Ana, malagueña que pasa unos días en Santiago.

El segundo itinerario se puso en marcha mucho más recientemente, en el año 2017, ante la petición de los turistas de visitar el pulmón verde de Compostela, y de este modo da la oportunidad de explorar la ciudad desde un punto de vista distinto. También con salida desde el Obradoiro, el tren recorre en ese segundo itinerario varios parques de la ciudad: desde Bonaval hasta la Alameda, pasando por los de Carlomagno y Belvís.