Las pastelerías más emblemáticas de la zona siguen despachando incluso en los meses de más calor
17 ago 2022 . Actualizado a las 23:35 h.Las confiterías ferrolanas no se van de vacaciones en julio y agosto, y continúan despachando dulces de todo tipo incluso cuando el calor ataca. Aunque hay bollos y tartas que siguen vendiéndose todo el año, en los meses de verano también aparecen los dulces más estacionales que se convierten en la estrella de cualquier pastelería: postres fríos, sabores refrescantes, aromas tropicales... Las posibilidades que nos ofrecen desde el mostrador de estos establecimientos son prácticamente infinitas.
Sin duda, el dulce más refrescante para estos meses solo puede ser uno: el helado. En la confitería París lo tienen claro: «En verano vendemos muchísimos más helados, es de lo más demandado», comentan desde este establecimiento de la calle Dolores. Aunque sí hay dulces muy de temporada, como los freixós o las orejas en carnaval, explican que «en verano lo característico es el calor, no una celebración concreta como en otras fechas puntuales, así que la gente se va a dulces más frescos, pero sobre todo al helado». Además de eso, las tartas frías de sabores refrescantes como el limón son un acierto seguro para cuando aprieta la canícula. Pero en la confitería París hay otro gran protagonista al que ni los helados bajan de lo más alto del podio: los cruasanes. Reparten este dulce a unos 20 establecimientos hosteleros de la zona de Ferrol y Narón, y es lo que más demandan tanto los clientes locales como los turistas que vienen a comprobar a qué se debe la fama de estas medialunas.
En el Cantón de Molins está Biquiños Doces, que abrió sus puertas hace un año. Desde este establecimiento especializado en pastelería creativa, además de un natural aumento en la demanda de helados, también detectan que su clientela se decanta por «bizcochos más coloridos, con unos colores más veraniegos e incluso con forma de polo o de helado». En este mes de agosto acaban de poner a la venta «una tarta de crema de orujo, muy fresquita que apetece mucho en los días de calor». Otra de las especialidades de este local es la tarta de la abuela que, al igual que las demás tartas frías, «las podemos preparar tanto en vasitos de cristal como en formato tarta completa». En estos postres fríos también se cuelan los sabores más refrescantes, y ahora tienen disponibles algunos con frutas tropicales como el maracuyá.
Creadores de la Castiñeira
En la carretera de Castilla está una de las confiterías con más historia de Ferrol: Gascón, creadores de la Castiñeira, la Tarta de Ferrol, cuyo ingrediente estrella es la castaña. Rosina Rubio explica que este dulce nacido en 1994 «siempre lo vendimos muy bien, pero últimamente incluso mejor», algo que relaciona con que en la zona cada vez hay menos confiterías, y muy pocas que despachen este postre de elaboración compleja. Gente de Ferrol que se marcha, ferrolanos que quieren enviar un detalle a alguien que está fuera... No todas las Castiñeiras se quedan en la zona, así que esta tarta ya es una dulce embajadora de la ciudad allí donde es degustada. La otra gran insignia de Gascón son los chocolates y bombones artesanales, un producto que, a pesar del calor del verano, consigue mantenerse imbatible en el mostrador durante todo el año. Además, en estos meses de calor la confitería incorpora a su oferta sabores más frescos como la mousse de naranja, que con la llegada del frío sera sustituida por productos de otro tipo como los gustos a turrón o chocolate, más típicos del invierno.
En el caso de Lula's Pastelería con las vacaciones de verano llega un ligero descenso en la actividad: este establecimiento trabaja principalmente las tartas personalizadas por encargo, y el momento de mayor actividad es en primavera: «Cuando empiezan las comuniones trabajamos más, sirviendo también muchas tartas nupciales y para bautizos». Estas pasteleras de Canido no notan diferencias en los tipos de tartas que se demandan, ya que su clientela se decanta, en cualquier época del año, por lo que más se ajuste a los gustos de la persona que está de celebración.
En una ciudad con una tradición de confiterías como la que tiene Ferrol la variedad es una seña de identidad, y la oferta en verano no hace más que aumentar: helados, postres fríos, gustos a frutas tropicales... Y los tradicionales bizcochos, tartas, bollos, chocolates y cruasanes no se quedan atrás y siguen triunfando durante todo el año.