El reconocido cocinero renovó el espacio e hizo un nuevo salón de bodas
01 nov 2022 . Actualizado a las 17:53 h.Desde 1597 existe el Pazo da Buzaca, conocido por llevar a cabo eventos, especialmente, bodas. El chef Pepe Vieira y su equipo son profesionales en estas fiestas y, ahora empieza, este lugar, a estar en sus manos. «Venimos a poner de largo, a representar de nuevo el Pazo da Buzaca», comentó el chef Estrella Michelín.
Moraña acogió con brazos abiertos la iniciativa, y con un tiempo perfecto se llevó a cabo, ayer al mediodía, la presentación de la nueva vida del Pazo da Buzaca. Nada más entrar se recorre un pequeño pasillo rodeado de árboles y plantas, donde predomina el verde. «Cada día el paisaje aquí es diferente, me parece que es un sitio espectacular, y como todos los locales que tenemos creo que transmite algo, que nos ayuda a hacer nuestro trabajo bien». No se puede dudar de que el lugar transmite, siempre se escucha el agua correr, ya que este lugar está rodeado del río o, incluso, pasa por el medio. «Funciona como un pueblecito», dijo Pepe Vieira: «Está la casa de los guardeses, los antiguos establos que ahora son las habitaciones, los hórreos, las casas de la entrada, la capilla, el pequeño cenador, el pazo y luego está la parte de abajo y los jardines. Es un pueblo que tiene muy buen rollo».
El cocinero declaró que lleva 20 años haciendo bodas en su restaurante gastronómico Pepe Vieira, en el Camiño da Serpe. «La idea era sacar las bodas de allí, para que el restaurante siga su curso como restaurante gastronómico y coja fuerza. Tener otro lugar donde poder desarrollar el tema de esos eventos. Encontramos este sitio y nos pusimos a trabajar en él y este es el resultado».
El alcalde del Ayuntamiento de Moraña, José Cela, también se encontraba allí y declaró hacia el chef: «Estoy eternamente agradecido a Pepe Vieira de que haya elegido nuestro Ayuntamiento y fijarse en este pazo. Vamos a promocionar Moraña como una zona de turismo de bodas. [...]Como dijiste cada vez que pasas por aquí, el entorno va cambiando, creo que acertó y escogió el lugar ideal». Nadie lo duda, pues desde lo alto del pazo se pueden ver todo árboles alrededor, creando un paisaje impresionante.
El chef recalcó que sin la ayuda del equipo de arquitectos no se podría haber hecho esto. Alfredo Reiriz y Javier Pillado, de la compañía NAN Arquitectura, fue en los dos arquitectos que confió el chef y los que convirtieron el espacio en un lugar increíble para realizar eventos, contrastando la vanguardia con ese paisaje verde y tradicional propio. «Priorizamos el máximo respecto al pazo, con nuevos materiales y arquitecturas. El espacio ya tiene magia, se trataba de hacer intervenciones con fluidez».
Posteriormente, se visitó la zona de los aperitivos y la piscina. Allí se repartieron distintos tapas como gambas en tempura o croquetas de queso azul, además de cosas tan tradicionales como empanada. Todo destacaba por sus colores, que contrastaban entre ellos: el gris, el negro y el dorado artificial, junto al verde natural. «Lo primero que sentí cuando llegué hasta aquí es que el lugar puede transmitir por sí solo, es como un denominador común de nuestros locales».