Privilegiado mirador sobre las rías de Ares y Betanzos, en lo alto del monte, señoreando una de las míticas atalayas naturales de la Galicia atlántica, se encuentra una joya del románico, dedicada a San Miguel
20 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.A quien ha alcanzado ya esa edad en la que el paisaje es, por encima de cualquier otra cosa, una emoción, le resulta difícil no estremecerse ante tanta belleza al volver a Breamo. De hecho, y por mil veces que haya ido, se conmueve, invariablemente, al volver allí, donde parece posible tocar el cielo con las manos... a pesar de que la altitud es de solo 305 metros.
Breamo se encuentra situado en el término municipal de Pontedeume, frente al Atlántico. Y de hecho sus laderas son un mirador excepcional para contemplar, tanto la ría de Ares como la de Betanzos. Allí tuvieron, en tiempos, un monasterio los canónigos regulares de San Agustín —orden con importante presencia en toda la comarca del Eume, todo sea dicho de paso—, pero, por desgracia, de su cenobio no queda ni rastro. Sin embargo, como en un hermoso milagro, sí ha llegado hasta nosotros el formidable templo románico del siglo XII, que antaño iglesia conventual. Un templo dedicado al arcángel San Miguel, vencedor del dragón.
Otero Pedrayo
Don Ramón Otero Pedrayo, que sabía muy bien que viajar a través de los paisajes más queridos es viajar a través de uno mismo mismo, decía que los ábsides de ese templo, los de Breamo, eran una de las más hermosas creaciones del arte gallego. Y justo es reconocer que en la sensación de equilibro que transmiten esos ábsides hay algo que roza lo mágico y el misterio.
Llegados a este punto, conviene anotar que son varios los caminos que permiten llegar hasta lo alto del monte Breamo (incluso es posible acceder en coche hasta las inmediaciones del templo), pero si uno es aficionado a caminar, resulta especialmente recomendable subir paseando desde el corazón de la villa de Pontedeume, que tan viva guarda la memoria de los Señores de Andrade. Subir andando hasta Breamo es ir descubriendo, en cada rincón, una maravilla nueva, mientras se va atravesando un territorio extraordinariamente rico en toda clase de leyendas. Y ver, desde las laderas del monte, cómo se pone el sol sobre el Atlántico, es un regalo siempre.
Arquitectura románica
El templo se alzó en el siglo XII, y es una bella muestra del románico gallego.
Territorio legendario
El monte se encuentra situado en un enclave en el que abundan las leyendas