Ayer a mediodía, quienes disfrutaban de un vermú en el Puerto de Ferrol se sorprendieron al ver a un turista bastante inesperado: el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, paseaba junto a dos acompañantes por Curuxeiras. Dos horas antes había anunciado en sus redes sociales que se disponía a comenzar el Camino Inglés, pero en la ciudad naval pocos eran conocedores de su presencia. Se acercó hasta el puerto por la calle Real, pero en la Oficina del Peregrino tampoco tenían constancia de que una de las casi 50 credenciales que despachan cada día iba a ser para el político madrileño.
No es la primera vez que el regidor se lanza a completar esta ruta. Según explicó, tiene la intención de «conocer todos los Caminos: este año le tocó el turno al Inglés». El objetivo es llegar a la Praza do Obradoiro este domingo, día para el que reservará «la etapa más corta para poder aprovechar el día allí». Explicó que al llegar pedirá «al Apóstol por todos los madrileños», pero antes tendrá que superar el Camino: «Me han hablado mucho de una subida en la zona de Pontedeume que asusta un poco», comentaba.
Después de preguntar con mucho interés por la gastronomía ferrolana, el popular dedicaba unas palabras a la ciudad naval: «Acabo de llegar, pero ya me parece un lugar maravilloso, pasear por estas calles con tan buen tiempo es un lujo». Después indicaba con preocupación necesitar un corte de pelo, y se sorprendió al conocer que muchos peregrinos lo hacen al completar el Camino: «Puede que visite al peluquero cuando llegue», declaró.