Un doble mural al pie de la carretera homenajea las 15 ediciones del festival
28 ago 2022 . Actualizado a las 05:05 h.Concluyó una nueva edición de las DesOrdes Creativas, para continuar «facendo de Ordes un museo a ceo aberto que medre ano tras ano, aumentando ese patrimonio artístico que temos. É a maneira de contribuír a que o feísmo urbanístico, ou a deixadez nalgúns casos, se vaian pulindo», valora Sokram, del colectivo Mutante Creativo que dirige el festival, organizado por el Concello.
Una edición que consolida a la N-550 como el verdadero pasillo central de ese museo del mural que atesora Ordes, con cuatro obras al pie de la carretera, multiplicando el número de personas que pueden contemplarlas a su paso por la localidad pionera en el muralismo de gran formato en Galicia. Precisamente este año, junto al aparcamiento del supermercado Dia de la calle Alfonso Senra, han trabajado el rianxeiro Nove Noel y la uruguaya Noe Cor en un mural doble, que constituye el de mayor superficie hasta la fecha, y rinde homenaje a las quince ediciones de DesOrdes Creativas: «Cada un deles fixo un pano do edificio, nunha obra conxunta. É un barco que flota, que levita, simbolizando o movemento artístico do muralismo e arte urbana, e do propio festival. O barco está amarrado cunha corda que sostén unha muller maior, cun semblante que representa a forza da sociedade, e que está baseado nun retrato dunha muller campesiña do século pasado, feito por Ruth Matilda Anderson». Nove Noel firma la parte del navío, y Noe Cor es la autora del retrato.
Más arriba, en la esquina con la rúa Fonte Estrei, es la catalana Elisa Capdevila quien plasmó en su obra un mural con una imagen desenfocada, a modo de una fotografía antigua de dos personas, en una obra «que fala en relación coas lembranzas, de como se nubra a memoria», comenta Sokram. Aún más arriba, en la margen derecha entrando desde A Coruña, fue el vasco Sortwo quien pintó el retrato de una mujer con una vestimenta inspirada en motivos gallegos, en un mural que juega con abstracción y figuración. Está pintado sobre otro anterior, que presentaba un estado precario por el paso del tiempo. Porque este es un arte efímero: es el peaje de disponer de un museo gratuito al aire libre, en el que las inclemencias del tiempo pasan factura. En otras ocasiones, alguna demolición o la decisión de los propietarios del inmueble en que se asienta de pintar la pared han eliminado algunas obras: son una decena las que se han perdido.
El quinto mural lo realizó el catalán GR170 en la rúa Galicia, frente a la Casa da Cultura. La obra lo representa a él mismo, como un peregrino muralista, que sustituye el bastón por un rodillo, y que simboliza en tres golondrinas a sus hijas, con las que acudió hasta Ordes en autocaravana.
Son cinco nuevas obras que no pasarán inadvertidas, en una pinacoteca exterior del tamaño de todo un pueblo.