Comilona campestre en Chantada: "Lo bueno de las fiestas de Galicia es que no hay estrés"
VEN A GALICIA
El australiano Christian Saunders disfrutó de la Festa da Empanada sin agobios, igual que muchos otros chantadinos y visitantes. La localidad despedía este lunes sus fiestas patronales
31 ago 2022 . Actualizado a las 17:13 h.Chantada se despide hoy de sus fiestas patronales, tras una edición en la que todo volvió con fuerza tras los años en dique seco de la pandemia. Chantadinos y visitantes empezaron a decirles adiós este martes al mediodía con la Festa da Empanada, una de las citas inamovibles del cartel, para completar el adiós durante la noche con una verbena con la orquesta Panorama que se espera multitudinaria. Como mínimo, tanto como la de este domingo con la París de Noia, que reunió a miles de personas.
Cinco días después del concierto de rock con los Rastreros y Tiam GZ que el viernes puso fin al primero de estos cinco días de fiesta, Chantada se vaciaba este lunes a última hora de la mañana. Comercios y cafeterías cerraban y las calles del casco urbano se iban quedando desiertas a medida que los vecinos iban saliendo hacia el castro de San Amaro, el lugar de la parroquia de A Carballeira donde se celebra desde hace años la Festa da Empanada. Familias enteras, compañeros de trabajo y grupos de amigos se repartieron como pudieron el espacio disponible entre la carretera y la ermita que corona el castro.
La comida campestre del último día de las fiestas es para muchos vecinos una cita que no se puede perder, un momento para descansar de los cuatro días de fiesta previos y tomar impulso para la última noche. Y da igual que uno tenga raíces profundas en Chantada o que acabe de llegar. Como el australiano Christian Saunders, profesor de inglés en Chantada desde hace unos años, que esperaba a que llegase la hora de comer tumbado relajadamente en una hamaca. "Lo bueno de las fiestas de Galicia es que no hay estrés y eso da una sensación de libertad muy agradable", asegura. ¿Entonces en las de Australia sí? "Son más rígidas que aquí, porque hay que llegar a la hora correcta, hay que conseguir un ticket, tienes vallas...".
No muy lejos de Christian Saunders, que viene de las antípodas, estaba Adriana Forero, que llegó a Chantada hace 23 años desde el otro lado del Atlántico. Colombiana del Valle del Cauca, es la propietaria del bar Los Amigos, y ayer disfrutaba de la fiesta agarrada a un micrófono con altavoz y cantando canciones de aire tropical. "Lo que más me gusta -cuenta- es que esta es una fiesta para compartir con la gente". Ella y su grupo tenían hasta las seis de la tarde para divertirse en el castro de San Amaro. Después toca volver a Chantada y abrir el bar para aprovechar las últimas horas de las fiestas.
El Ayuntamiento dejó para esas últimas horas uno de los platos fuertes de este año, la actuación de la orquesta Panorama. En las que son las primeras fiestas desde el 2019, los organizadores decidieron invertir en orquestas y poner las verbenas en dos lugares distintos. En la plaza de Santa Ana tocan las orquestas de repertorio más intergeneracional y en la calle Xoán XXIII las de mayor tirón entre los jóvenes. La París de Noia reunió en esa calle a una multitud en la verbena del domingo. La Panorama tiene el reto de igualarla o superarla en la última noche de las fiestas.