Música al aire libre para paliar el calor en las terrazas de Barbanza

Sol, calor, terrazas y mucha, mucha música. Los negocios hosteleros de Barbanza lo tienen claro, las actuaciones en directo en sus locales son un reclamo para la clientela y lo están aprovechando con creces. Las terrazas de los chiringuitos y bares de la comarca están recibiendo en las últimas semanas una masiva afluencia de visitantes debido, en gran medida, a su apuesta por la música en vivo y al buen tiempo.

Uno de los locales en los que el ritmo y el ambiente veraniego nunca faltan es el chiringuito de Álex y Paula, en Boiro. Alejandro Nieto, uno de los dueños del local, comentó que, gracias a las condiciones meteorológicas favorables, el pasado mes de julio ha sido uno de los más fructíferos que recuerda en cuanto a afluencia de clientes.

Además, cada fin de semana prepara una serie de conciertos con el objetivo de que sus visitantes disfruten de intérpretes de la zona: «Os días que ofrecemos música en vivo hai máis xente do normal. Gústanos traer artistas locais. Poderíamos poñer un altofalante cunha lista de reprodución e listo, pero un grupo é máis próximo e dá o ambiente que buscamos». Aunque las actuaciones le están dando buen resultado, hay otras alternativas que también gustan para que los visitantes del chiringuito no solo se sienten a tomar un refrigerio: «Hai veciños que se queixan do ruído e estamos estudando outras opcións. Probablemente optaremos por festas da escuma ou por montar algún colchón inchable».

Otros reclamos

Pero este no es el único foco musical de la comarca. En Aguiño lo acústico también está a la orden del día y el chiringuito de O Castro, propiedad de José Rodríguez, es buena muestra de ello. El hostelero ribeirense concuerda con Nieto acerca del excelso julio que tuvieron en términos de trabajo y resaltó que la música en vivo es el detonante en muchas ocasiones de afianzar nuevos clientes: «Apostamos polas actuacións en directo porque é algo que atrae ao público. Ademais dos habituais, tamén se achega ata o local xente que está na praia ou que vai paseando por aí. Eses días montamos unha grella e asamos algo de churrasco».

A pesar de que cada vez son más los negocios que se suben al barco de la música, algunos aún se muestran reticentes a incorporarla a su idiosincrasia por diversos motivos. Este es el caso del chiringuito Waimea en Porto do Son, en el que no se ofrecen habitualmente estos espectáculos. Su responsable, Jose María Rego, explica que se debe a que su actividad se centra en la restauración y aunque alguna vez ha apostado por los conciertos, prefiere mantenerse tal y como está: «Nós non adoitamos ofrecer actuacións en vivo. Exercemos máis como restaurante dando comidas e cenas. As veces que trouxemos a algún artista a xente respondeu moi ben pero preferimos outro estilo».

Aunque si se mencionan las palabras hostelería, música y directo en Barbanza, no se puede obviar a A Pousada da Galiza Imaxinaria, regentada por el melómano Suso Santamaría. Tras casi tres décadas ofreciendo actuaciones en vivo, este verano está resultando complicado para el boirense: «Está sendo duro para os que ofrecemos concertos con entrada, aínda que a esteamos situando na terraza. Hai moitos festivais, concertos ao aire libre de balde… son factores que dificultan a nosa actividade».

Sean gratuitas, de pago, en chiringuitos o en bares, las actuaciones en directo han venido para quedarse en los veranos de la comarca tras sus buenos resultados.

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