




























Hasta esta parroquia de Laxe llegan cada cuarto domingo de agosto cientos de devotos de toda la Costa da Morte, algunos de ellos andando
30 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Pocas imágenes reflejan tan bien el fervor por la Virgen de los Milagros de Traba como cuando sale de la iglesia en su día grande, cubierta en un manto de billetes con las ofrendas que los fieles hacen a cambio de sus peticiones.
Icónica y consolidada instantánea, en 2020 y 2021 se vio deslucida por la pandemia, pero este año la romería se pudo recuperar al completo y la asistencia fue masiva. «Estivémolo comentando cos colaboradores: achegouse moitísima xente, e non só o domingo, senón tamén durante a novena previa. Moitos mesmo viñeron andando dende Camelle, Vimianzo, Berdoias...», comenta el cura, Juan José Bermúdez, que se estrenó en las seis parroquias de Laxe poco antes del covid-19, así que esta fue su primera romería con todas las de la ley. Quedó impresionado con la asistencia, pero también con las ofrendas de la gente. Durante la novena gastaron varias cajas de velas y los donativos en efectivo, sujetos con imperdibles a unos lazos que envuelven a la talla, son difíciles de contabilizar.

El de Traba no es un caso aislado. No muy lejos, en Santa Comba, tiene habido hasta mareos y empujones para colocarle los billetes al faldón de la Virgen de Vilamaior. En Amil (Moraña) sucede otro tanto cada septiembre, y en otras romerías de la Costa da Morte, como los Milagres de Caión, San Antonio de Agualada o Santa Margarita de Montemaior, tampoco es raro que las tallas salgan en procesión con donativos colgando. Pero, al menos en esta comarca, el premio a la imagen más impactante se lo lleva Traba.
«Ela é para nós como a Virxe do Carme para os mariñeiros»
«Cada un ten a súa fe e as súas cousas polas que pedir, pero o que está claro é que esta santa arrastra moita devoción. Non hai máis que ver os cartiños que xunta». Magdalena Vázquez, de Traba y responsable de la Asociación de Amas de Casa de Laxe, no faltó a su cita. «Por ela faise o que sexa, para nós é como a Virxe do Carme para os mariñeiros», sostiene esta vecina, que asegura que a ella siempre le ha cumplido todo lo que le ha solicitado: «Tampouco lle pedín imposibles: que o ano que vén esteamos aquí para poder volver, que teñamos boa saúde... Esta Virxe non é milagreira de nada en concreto, pero axuda en todo», cuenta.

La fiesta lleva haciéndose «toda a vida» y hay quienes todavía se acuerdan de los autobuses que llegaban a esta parroquia laxense «cheos de romeiros que despois quedaban nas merendas», hace más de sesenta años. La estirpe de los Vidal fotografió muchas de esas verbenas [archivo visitable en el Museo do Mar], que en algunos casos tuvieron un final inesperado. Como la del 61, cuenta una vecina, cuando ardió un monte cerca de la iglesia «e a Garda Civil foi ao campo a buscar xente para ir apagar o lume». Con menos sobresaltos, aunque con idéntica devoción, concluirán las celebraciones este próximo domingo con una misa por todos los devotos (19.00 horas).