La romería de San Ramón celebró con un lleno absoluto su regreso a Bealo
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La música y el buen ambiente rodearon a los cientos de fieles llegados a Boiro
31 ago 2022 . Actualizado a las 20:20 h.La romería de San Ramón regresó a Bealo, y de qué manera. Tras dos veranos atípicos, la celebración de uno de los días más importantes del calendario barbanzano volvió a brillar con luz propia, retomando las estampas familiares y el buen ambiente que caracterizan a esta fiesta. Tras una jornada inaugural de festejos marcada por las clásicas, aunque reducidas, acampadas, visitantes y vecinos de Bealo se pusieron este 31 de agosto sus mejores galas para honrar al patrón de embarazadas y parturientas.
La cita dio comienzo con las misas en el interior de la capilla, desde donde poco antes de las 13.00 horas, decenas de devotos salieron en procesión acompañando a los santos hacia el escenario desde donde más tarde sonaría la sesión vermú y donde se ofició una ceremonia cantada. Cientos de personas asistieron a la eucaristía, que se centró en las auténticas protagonistas, las embarazadas, que como cada año buscaron la ayuda de San Ramón para tener un buen parto. Es el caso de Mónica y Jorge, de Noia, que esperan un bebé y no faltaron a su cita con la romería, pero esta vez de una forma más especial: «Vimos todos os anos e evidentemente agora co regalo que estamos esperando non íamos faltar».
Con el remate de la misa, las nubes que monopolizaban el cielo desde la mañana se dispersaron para dejar paso al sol que iluminó la esperada sesión vermú.
Con la música, el movimiento se apoderó de las caderas de los asistentes, que bailaron y cogieron apetito para almorzar después de la intensa jornada matinal, lo que propició que las carpas de comida instaladas en Bealo mostrasen un lleno absoluto para disfrutar del lacón, el churrasco o el pulpo que salía de forma masiva de sus fogones.
Comidas familiares
A pesar de las restricciones en términos de fogatas y brasas, las multitudinarias comidas familiares a lo largo del monte de Bealo siguieron estando presentes, primando, eso sí, platos como empanadas, tortillas o ensaladas.
Aunque hubo visitantes de todos los rincones de la comarca, los protagonistas fueron los vecinos. «Levo 30 anos sen fallar ao San Ramón e sempre montamos a comida coa familia», contaba un hombre de Bealo acerca de su fidelidad a esta fiesta. También hubo gente que se estrenó, como una viguesa que asistió ayer por primera vez a la celebración y no duda de que volverá: «Es una romería típica gallega, me encanta la devoción que se le muestra al santo».
San Ramón es una fiesta que se caracteriza por ser un motivo de alegría y reunión, que en muchas ocasiones se culmina con reencuentros esperados durante meses. Además, tras este tiempo en el que la romería no pudo celebrarse en todo su esplendor, ha quedado claro que la gente echaba de menos disfrutar de Bealo y de los suyos, porque como se escuchaba entre alguno de los presentes: «San Ramón mantén a súa esencia».