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En bicicleta de montaña por pistas escondidas de Oza-Cesuras

CRISTÓBAL RAMÍREZ

VEN A GALICIA

cristóbal ramírez

El punto de partida de la ruta es el río Mero a la altura de Cutián

10 sep 2022 . Actualizado a las 02:35 h.

Esta es una ruta que los amigos de la bicicleta de montaña agradecerán, a pesar de que en la primera parte la degrada alguna pista de firme infernal. Pero lo que desanimaría a quienes circulen en coche puede ser incluso un aliciente para los que prefieran dar pedales.

El punto de partida es el río Mero a la altura de Cutián. Es decir, carretera de Betanzos a Mesón do Vento y desvío a la izquierda antes del kilómetro 11. Una vez en Presedo, izquierda, y al instante a la derecha para descender hasta la corriente. Ahí espera un precioso puente, sencillo, que era la antigua vía de comunicación con las aldeas de lo que hoy es Oza-Cesuras. En la actualidad es peatonal, porque unos metros río abajo se ha construido A Ponte Grande. La corriente no es ahí muy ancha, las aguas bajan límpidas y transparentes, y sin cruzar aquella hay que ascender para, al centenar de metros, meterse a la derecha por una preciosa pista de tierra. Va a ir subiendo y, por lo tanto, deja atrás el río, y acaba en la carretera en el grupo de casas conocido como A Ribeira.

El Mero va a discurrir por un pequeño y magnífico tajo que solo se puede explorar a pie y sabiendo que es entrar en la selva. Ni en la más remota antigüedad se abrió por ahí camino alguno, sino un poco más adelante.

En efecto, en la ladera se han levando las casas de Xuanzo (el cartel había sido colocado con el barbarismo Juanzo, ya arreglada la desfeita). El cruce indica que por la izquierda se vuelve a Presedo, pero hay que elegir la derecha, y desde zona tan alta que se domina una enorme panorámica montuosa. Lógico: se impone descender buscando Cullergondo.

En esa cuesta abajo con un firme desastroso, y tras dejar a las espaldas un magnífico ejemplar de hórreo que se merece unos mimos, se elige la derecha en la bifurcación, y así, con cuervos por todas partes y rapaces que vigilan desde las alturas, se llega de nuevo al Mero a la altura de As Lamas, un lugar vulgar en el que arranca a la izquierda una pista cuyo firme jamás llegaría al aprobado pero que va en paralelo a la corriente.

Dejando a un lado una EDAR, y por una pista algo más ancha, se asciende hacia Cullergondo, aldea merecedora de una parada. Ahí está el pazo (privado) de San Caetano con su capilla, así como la iglesia puesta bajo la advocación de Santa María. Las viviendas frente al templo, ejemplo de cómo el feísmo es un mal perfectamente evitable si se quiere.

Continuando (buen palomar a la mano derecha), bajada para cruzar el rego de Corveiro, afluente del Mero y subida hasta el kilómetro 9 de la DP-0106. Si se dispone de coche de apoyo para cargar las bicicletas, ahí debe estar.

INICIO

43º11'57”N 8º15'27”W.

NIÑOS

Ruta no apta para menores.

LA FOTO MÁS PERSONAL

Ante el pazo de Cullergondo.

MAPA

Instituto Geográfico Nacional 45-IV.