En A Milagrosa no hubo procesión sobre las alfombras florales
05 sep 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Hace mucho tiempo que la lluvia es necesaria en la Costa da Morte para paliar los efectos de la sequía, pero se tuvo que presentar con toda intensidad el día menos indicado, alterando la mayor parte de los programas festivos y especialmente las celebraciones marianas de Carballo y Caión.
En el barrio de A Milagrosa la decepción fue máxima. Por primera vez desde que alcanza la memoria de la mayoría de los presentes no hubo procesión sobre las alfombras florales, primorosas en su elaboración como las de todos los años. La imagen sí salió de la capilla, pero lo hizo envuelta en un plástico protector que no ayudaba a la fiesta, que debía haber sido por todo lo alto, porque el párroco cumple medio siglo de servicio en Carballo y se inauguraba una fuente de siete caños en el atrio. Habló el autor, el cantero Anxo Cousillas, y tocó la banda de música Eduardo Pondal de Ponteceso, pero todo ocurrió bajo una inclemente lluvia que impidió el primer año, después de dos de pandemia que se recuperara la tradicional imagen de la Milagrosa carballesa transitando bajo el sol y sobre las alfombras.
Hubo bastantes devotos en la misa, pero no fue ni parecido a lo que se esperaba, aunque a primeras horas de la tarde salió un poco el sol y se pudo disfrutar algo de la fiesta.
Decepción
En Caión las cosas no fueron mejores. Por toda la localidad se notaba la decepción porque la virgen tuvo que subir a su santuario envuelta también en un plástico para preservar la talla.
Los dos últimos años los feligreses no pudieron acompañar a la santa en procesión, por eso había mucha ilusión por hacerlo y mucha tristeza por las circunstancias.
Empezó a llover fuerte casi en el momento en que comenzó a sonar la música tradicional y, a partir de ese instante, el camino al santuario se hizo bajo la protección de los paraguas y los chubasqueros.
A pesar del mal tiempo, bastantes romeros se acercaron hasta Caión. Llevan ya días peregrinando y lo seguirán haciendo con mayor intensidad a medida que se acerque el jueves, día de la fiesta. Para entonces se espera que la lluvia, aunque muy necesaria, dé un respiro.