Estos seis arenales recogidos del viento tienen su propio microclima
12 sep 2022 . Actualizado a las 13:17 h.Aquí aún se puede tomar el sol. Del Caribe del norte a las descongestionadas playas del sur, estas seis son ideales para exprimirlas en septiembre. Abrigados del viento y con un microclima que marca la diferencia entre ponerse el bañador o resignarse al otoño, estos solarios naturales te esperan para alargar lo mejor del año.
Playa de Portocelo, Marín
Esta es la época ideal para escaparse a Portocelo o a sus dos playas más próximas, Mogor y la archiconocida Aguete. Cualquiera de las tres están menos concurridas ahora que durante los meses de verano, pero elegimos esta por su carácter tranquilo y familiar para extender la toalla en las tardes de septiembre. Es ahí cuando le da el sol plenamente, por lo que puedes pasar las horas centrales del día comiendo y después bajar a este arenal que refugia del aire y que, además, es el más cercano al núcleo urbano de Marín, adonde se puede llegar caminando en unos quince minutos.
Playa de Perbes, Miño
La de Perbes sigue a la Praia Grande de Miño, y es todo lo contrario a ella. Recogida y con un microclima excepcional gracias a sus plataformas rocosas, que la abrigan del viento y hacen que la bañen una de las aguas más cálidas de Galicia, es el arenal ideal para tomar el sol durante los meses de otoño. Si a ello le sumas la arena fina, los numerosos leirapárkings que hay casi a pie de playa y su oferta hostelera a escasos metros de la arena, es probable que tus últimos baños sean aquí.
Playa de Caolín, O Vicedo
El nuevo Caribe gallego está en el norte, y recibe su nombre de las altas cantidades de caolín de su arena, el material con el que se obtiene la cerámica. Precisamente como «praia de porcelana» se conoce también a este arenal blanco de aguas cristalinas que se desmarca del oleaje predominante en la costa lucense. La temperatura en este rincón paradisíaco es algunos grados más alta que otros de la zona, pero si el día se tuerce, su entorno es un planazo: tres fábricas antiguas, los restos de un castro romano, un faro y el entorno natural que crece al pie del monte Atalia te esperan.
Playa de Area de Agra, Sanxenxo
No es de las concurridas, de hecho no hace tanto tiempo eran solo los vecinos quienes conocían el acceso, pero Area de Agra (Dorrón) es una pequeña cala de gran belleza, de tan solo 260 metros de longitud. Es recogida gracias a los dos pequeños acantilados que la flanquean, y está completamente rodeada de vegetación. Sin duda, una opción tranquila, idónea en la primavera y el otoño para estirar los últimos rayos de un sol que ya no pega con la misma fuerza que en verano, pero que aún da lo suficiente como para escaparse unas horas a rincones tan resguardados como este.
Playa de Parameán, Esteiro (Muros)
La playa de Parameán rompe la regla venteada y salvaje de la Costa da Morte. La ría de Muros luce como un plato en este arenal que cuenta con fácil aparcamiento, chiringuitos durante el verano y todos los servicios. Bordeada por un paseo, sobre la playa discurre una pasarela de madera que ofrece una preciosa vista sobre el agua.
Playa de Matadero, A Coruña
Es el solario natural más codiciado de las playas urbanas coruñesas. Continuación de Riazor y el Orzán, el de Matadero es un arenal pequeño pero muy solicitado para estirar el verano por su microclima y su ubicación, en pleno corazón de la ciudad. Tanto es así que muchos ya tienen «parcela fija» en la arena.